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Eduardo Durán
Jueves 31 de octubre de 2019 - 12:00 PM

Lo que nos espera

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Las ciudades colombianas acaban de vivir un duro proceso para decidir su futuro en cabeza de los nuevos alcaldes, que tendrán las riendas del gobierno en los próximos cuatro años.

Ellos serán los que finalmente toman las decisiones sobre lo que se debe hacer, o lo que se debe dejar de hacer, en ese periodo que aparentemente puede ser corto, pero que realmente es muy significativo para la vida de las ciudades, pues para un buen Alcalde podrá significar un tiempo corto, pero para uno malo, será realmente larguísimo, traducido en el daño que puede llegar a ocasionar.

En el caso de Bucaramanga, asume esa responsabilidad el ingeniero Juan Carlos Cárdenas; nuevo en estos menesteres, como quiera que viene del sector privado en donde tuvo una trayectoria exitosa no solo en Colombia, sino en el exterior.

Ahora que Rodolfo Hernández ha dicho que entregó una ciudad saneada financieramente, después de pagar muchas deudas y de arreglar muchos entuertos, es tiempo de pensar en los grandes proyectos que requiere la ciudad; los del presente y los del futuro. Bucaramanga necesita de un organismo de planeación que proyecte ese futuro siquiera a unos 20 años, de tal manera que las obras no se ejecuten para el día a día, sino de acuerdo con las proyecciones requeridas.

Nuestra ciudad necesita interconectarse con el país y el mundo, o de lo contrario, su futuro seguirá siendo incierto. La proyectada carretera a Cúcuta, que será también la conexión con Venezuela, sufre recortes lamentables y su avance apenas muestra unas mínimas expresiones. La vía a Barranca avanza mejor, pero requiere el complemento del ferrocarril, del cual disfrutó esta ciudad en el siglo pasado. Este resulta ser un recurso fundamental para el sector productivo y el alcalde de Medellín ya lo dijo “mi prioridad será el ferrocarril de Antioquia”. La vía a Bogotá es otra prioridad: el proyecto fue recortado a una sola calzada, y eso es un castigo para la región.

Pero tiene también nuestro Alcalde el compromiso de trabajar por el distrito Capital: cuatro ciudades juntas tomando decisiones diferentes, es una locura, y factor irremediable de atraso.

Por otro lado, el impresionante crecimiento vertical de Bucaramanga requiere estudios serios, pues la ciudad está colapsando en medio de una enorme congestión. Habrá que pensar en intercambiadores, en túneles, en semáforos inteligentes, y lo dije ya hace rato en esta misma columna, en estructurar el proyecto de la primera línea de Metro que vaya de Piedecuesta al norte de la ciudad. Si no elaboramos el proyecto, no lo tendremos nunca.

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