Wall Street se toma el agua
Mientras, embobados, vemos por televisión cuál es el mejor chef, los grandes multimillonarios y los gigantes de la banca y las finanzas de Wall Street y Europa se toman el agua de todo el planeta.
Mientras chateamos sobre pamplinadas sin resuello, JP MorganChase, Citigroup, Goldman Sachs, UBS, Deutsche Bank, CreditSuisse, Barclays Bank, BlackstoneGroup, Allianz, HSBC, Maccquarie Bank, y magnates como George W. Bush y su familia, T. Boone Pickens, Li Ka-shing (de Hong Kong) y otros, se dedican a comprar cientos de miles de hectáreas de tierra que tienen acuíferos (grandes depósitos subterráneos de agua), manantiales, lagos, lagunas, derechos sobre el agua de los ríos, servicios sanitarios, tecnologías de riego, proyectos de desalinización, de purificación de agua y acciones de empresas de tecnología e ingeniería del agua en todo el mundo.
Paralelamente, presionan a los gobiernos para que limiten la capacidad de las comunidades para ser autosuficientes en el suministro de agua y cuánta pueden usar los ciudadanos en sus actividades cotidianas.
Mientras soñamos con comprar el nuevo modelo de reloj inteligente, los multimillonarios y los grandes bancos, las empresas de inversión de Wall Street, los fondos de cobertura, silentemente, diseñan las leyes que les “blindarán” sus derechos sobre el agua y organizan el nuevo orden mundial basado en la propiedad de los derechos sobre tal líquido.
Ellos saben que la nueva gran mercancía estratégica no es el petróleo ni el cobre, ni los metales preciosos, ni las materias primas agrícolas, sino el agua y están dedicados a invertir en infraestructura de abastecimiento de ella y tecnologías de gestión de la demanda de tal líquido pues quien sea su dueño, dominará el mundo.
El petróleo contamina, puede ser reemplazado por fuentes alternativas de energía; el agua no tiene sustituto.
En tanto, aquí, dan grima las babosadas que dicen los “analistas de opinión” que tienen credibilidad.