Bucaramanga y el Puente Aéreo
¿Por qué los vuelos de Avianca que o bien proceden o tienen como destino a Bucaramanga siguen llegando al Puente Aéreo y saliendo de él? ¿Por qué se debe someter a tantas incomodidades a pasajeros que pagan costosos tiquetes aéreos? ¿Por qué la Aerocivil ha ‘castigado’ durante tanto tiempo a nuestra ciudad?
Las instalaciones del Puente Aéreo son inadecuadas. Hay pocos lugares para sentarse. Los restaurantes tanto en su pequeña plaza de comidas como en otros lugares de sus instalaciones son incómodos, los menús son costosos y tienen sabor, textura y sazón de ‘corrientazo’. Los baños están mal mantenidos. Las salas de espera son insuficientes,asfixiantes, tienen poca área para transitar pese a que allí los pasajeros pasan largos periodos. Hay gran distancia entre el sitio donde arriban los aviones y la sala de entrega de equipaje, al igual que el tramo que hay entre las salas de espera y el lugar en que se accede a las aeronaves y eso a algo más de 2.600 metros sobre el nivel del mar implica alto riesgo para que algún pasajero sea víctima de una crisis cardíaca. Las escaleras de acceso a los aviones implican peligro para quienes suben y bajan por ellas.
El Puente Aéreo es una terminal aeronáutica apta para vuelos con destinos secundarios. Bucaramanga es una de las ciudades del país que más movimiento de pasajeros tiene y la gran mayoría de ellos es hacia o desde Bogotá. El desarrollo y futuro de Bucaramanga exige un trato diferente de parte de Aerocivil y de Avianca.
Para Santander todo es difícil. Mientras cada vez más regiones del país tienen carreteras de doble calzada, las nuestras dan grima como ocurre con la vía Barbosa Tunja. Parte de ello es consecuencia del enanismo de nuestros dirigentes políticos, seres a quienes el Gobierno Central pocas ‘bolas’ les para.