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Gustavo Galvis Arenas
Jueves 22 de agosto de 2019 - 12:00 PM

Impunidad

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Todavía me parece oír la voz del Magistrado Reyes Echandía cuando pedía con angustia que cesara el fuego durante el célebre asalto al Palacio de Justicia y creo ver salir de esa edificación a Manuel Gaona, verdadero sabio en derecho constitucional. Fue el destino trágico de un excelente grupo de abogados, graduados en derecho y honestidad. Fue la masacre más grande que ha podido existir en nuestro país. Las balas acabaron con la sabiduría. Todos esos magistrados fueron educados especialmente para formar parte de la cúpula del derecho. Fue la repetición de la llamada “Corte de Oro”.

Pero han pasado los años y los abogados tuvimos la oportunidad de asistir a la creación de un nuevo tribunal como es la Corte Constitucional, ésta y lo que es la Acción de Tutela fueron las mejores decisiones de la Constitución del 91. Pero siguen corriendo los años y nos encontramos con este nuevo siglo con novedades que nos causan horror. Magistrados de la Corte Suprema de Justicia vinculados a procesos de soborno y otros delitos que opacan la administración. No creemos que la solución sea acabar con las Cortes como sugiere algún grupo político. Es preciso establecer mejores controles aún en las grandes entidades. Ningún tribunal se escapa de cometer conductas reprochables, pero cuando van creciendo la sociedad se estremece.

Hemos sabido con preocupación que a un magistrado de la Corte sindicado de graves delitos le fue aplicada una norma procedimental que escandaliza al país. Fue puesto en libertad por “vencimiento de término”. Estamos de acuerdo en que la vida procedimental tiene sus etapas que deben ser cumplidas pero cuando estas garantías generan impunidad se estremece la justicia. Últimamente una de las maniobras de los defensores es la de provocar el vencimiento de términos para lograr éxitos profesionales. Los jueces y la Procuraduría deben estar alertas porque ya sabemos que esto genera impunidad. Igual ocurre con la casa por cárcel porque si se trata de descongestionar los centros de reclusión, el sistema causa desconcierto en la sociedad. Vemos criminales que son capturados infraganti con el brazalete que los señala como vinculados a un proceso pero sin sanción intramural. Todo esto causa desconciertos porque las cortes son lo más grande del derecho y las garantías procesales necesarias en la vida moderna.

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