Fortalecer Regiones
Todos los países se esfuerzan por alcanzar un desarrollo armónico entre sus diferentes zonas geográficas, llámense Estados, Departamentos, Provincias, Cantones, Distritos o según denominación adoptada dentro de la división político-administrativo, correspondiente. Es una manera de lograr que los niveles de prosperidad mantengan cierta homogeneidad y no existan brechas abismales entre los habitantes de una nación, que se reflejen en condiciones de vida muy desiguales.
No es fácil lograrlo, pero los países que han tomado ese camino muestran sorprendentes avances en espacios de tiempo más reducidos. Por distintas razones debemos mencionar los casos de Japón, Alemania y Korea, como los más sobresalientes y todos ellos con una característica común: sufrieron los horrores de la guerra, que como lo menciona Homero en la Iliada, deja lágrimas, dolor, destrucción y para esa época esclavos, mujeres, despojo de tierras y bienes. Hoy en día, es mejor negocio hacer la paz, que la guerra. Los países civilizados dirimen sus diferencias en la democracia y para que ésta se consolide, debe haber transparencia y equidad en el manejo público.
El fortalecimiento de las regiones es muy importante y estimular una sana emulación resulta fundamental a la hora de mejorar la competitividad entre ellas. El éxito ha sido esquivo para los países que solo exportan materias primas.
El gobierno central, que ahora maneja las regalías de la explotación de recursos no renovables, está propiciando el impulso de planes regionales de inversión en infraestructura, aspecto en el cual tanto el país como la zona oriental se encuentran muy rezagados frente a nuestros competidores en el contexto internacional. El momento invita a una alianza entre todas las fuerzas vivas, para exigir que se realice la contratación, hacerle seguimiento y lograr la oportuna culminación de las principales obras que la región necesita. El gran Santander debe ser un polo de desarrollo de la mayor importancia para el país.