Radiación ultravioleta y salud
La radiación ultravioleta (UV) es una forma de energía presente en los rayos solares, productora de efectos benéficos en el ser humano. En la antiguedad, la UV se llamaba “desoxidante” por las reacciones químicas que produce.
Los rayos UV llegan a la tierra en tres formas: UV-C, UV-B y UV-A. La UV-C es la más perjudicial para la vida y no llega a la tierra gracias a la presencia del oxígeno y el ozono.
Los rayos UV tienen diversas aplicaciones industriales y médicas. La más importante, la síntesis y producción de vitamina D, vital para la absorción de calcio y fortalecimiento de huesos. Por esto es importante desde el momento del nacimiento, tomar el sol directamente 10 minutos al día protegiendo los ojos. La mejor hora sigue siendo entre 8 y 9 de la mañana y 2 a 3 de la tarde.
La destrucción de la capa de ozono; las temperaturas elevadas por el cambio climático, deforestación y minería a cielo abierto; nubosidades bajas por ausencia de vientos, son la causa de los efectos graves para la salud que produce la UV. El cáncer de piel y otros órganos, el lupus, la artritis autoinmune, vejez prematura y quemaduras son enfermedades activadas por la radiación. La UV en exceso es mutagénica modificando el ADN (la herencia) con diversos efectos graves en la piel, sistema genital, hormonal y el sistema inmune con cambios que pueden presentarse hasta en los nietos.
La radiación se mide a través del índice UV que valora la intensidad y capacidad de producir lesiones en piel. Busca orientar a las personas para que tengan una exposición saludable al sol y logren los procesos biológicos que la UV produce. Niveles mayores de 11 son “extremadamente graves” para la salud. En Bucaramanga y el departamento en general, se esperan estos niveles durante todo el mes de marzo. Por esto es vital entre las 10 am y 2 de la tarde evitar el sol, no hacer ejercicio, no sacar los niños al sol durante los descansos y permanecer resguardado. La solución no son los bloqueadores solares.