Fracking: ¿otra evidencia de la incoherencia oficial?
La extracción de petróleo y gas utilizando la llamada fractura hidráulica, o fracking, fue prohibida en Francia y Bulgaria en el año 2012. El pasado 24 de junio el Parlamento alemán aprobó una ley para prohibir el fracking. El Estado Victoria de Australia prohibió el fracking en agosto 2016, con el propósito “de proteger al sector agrícola que emplea a más de 190.000 personas y proporcionar seguridad a las comunidades regionales”. En junio 2015 el Estado de Nueva York (Estados Unidos) prohibió el fracking, pues “presenta impactos significativos adversos a la tierra, el aire, el agua, los recursos naturales y posibles efectos sobre la salud pública”. Holanda decretó una moratoria por cinco años en el 2015. En junio 2016 el Parlamento de Escocia aprobó -después de una moratoria- una propuesta de prohibición total.
Estas prohibiciones y restricciones registradas en diferentes países se derivan de los efectos negativos generados por el fracking. En este proceso se inyecta -a alta presión- agua, arena y aditivos químicos (algunos tóxicos) para fracturar la roca, lo que puede ocasionar, entre otros, contaminación de aguas subterráneas; que pueden afectar a poblaciones cercanas. En columna de mayo 7 de 2014, citaba el caso de la familia de Robert Parr en Estados Unidos; a ellos los tribunales les aprobaron una indemnización de 2,9 millones de dólares, pues se concluyó que sus graves problemas de salud estaban relacionados con el consumo de agua contaminada por instalaciones de fracking cercanas .
Otro problema está relacionado con las emisiones de gas metano, un poderoso gas de invernadero asociado al caos climático. En la última cumbre climática mundial (COP 21, Paris, 2015) los países que participaron -incluido Colombia- aprobaron un acuerdo para reducir las emisiones de gases de invernadero. Por lo mismo, varios países europeos han reducido su consumo de combustibles fósiles y desarrollan proyectos de energías renovables.
En Colombia, nuestros gobernantes firman todos los convenios internacionales que les ponen enfrente, pero no se percibe ningún interés de cumplirlos; es el caso del fracking, pues se han autorizado actividades en diferentes departamentos colombianos.
Se realiza esta semana -en diferentes ciudades del país- la Segunda Jornada Nacional contra el Fracking. Mañana un foro en Bucaramanga (Biblioteca Gabriel Turbay, 8 am) y otro el sábado 24 en Barrancabermeja (CC San Silvestre, 9 am).