Los ambientalistas apoyan el Sí
La semana pasada, el Ministro de Defensa señaló que en los primeros 26 días del cese bilateral al fuego con las Farc, se reportaron “cero muertos y cero incidentes” por cuenta de ese conflicto. El número de muertes e incidentes ya se había reducido significativamente después del inicio del cese unilateral al fuego planteado por las Farc. Creo que este hecho por sí solo -la disminución de colombianos muertos de lado y lado- justifica que votemos por el Sí en el plebiscito del 2 de octubre. Pero también existen motivaciones económicas; como ya lo han demostrado diferentes analistas, es evidente que resulta mucho menos costoso financiar la desaparición de las Farc como grupo armado que continuar con esta guerra estúpida y sangrienta. Y esto no tiene nada que ver con que apoyemos o no los cuestionados gobiernos de Uribe y Santos.
La desmovilización guerrillera también traerá importantes beneficios ambientales, al reducirse los atentados a instalaciones petroleras, hechos generadores de gravísimos problemas de contaminación de aguas y suelos. También podrían reducirse las áreas deforestadas por actividades asociadas al conflicto. Ahora, es necesario reiterar que la simple suscripción del acuerdo con las Farc no solucionará los incontables problemas ambientales y sociales que arrastra Colombia; derivados del antimodelo de desarrollo que sigue nuestro país. Por ello los que marcaremos el Sí en el plebiscito apoyamos el acuerdo “para terminar el conflicto” y también la “construcción (entre todos) de una paz estable y duradera”. Paz entre los colombianos y con la naturaleza.
Y la paz no se construye con palabras sino con hechos. En este contexto vale la pena destacar las propuestas presentadas por reconocidos ambientalistas que hacen parte del “Sí Ambiental”. Un grupo de ellos viajó a La Habana y se entrevistó con negociadores del las Farc y del Gobierno Nacional; en estas reuniones presentaron 11 propuestas para “la construcción de un Estado Social Ambiental de Derecho” en Colombia. Estas propuestas empiezan con “la construcción de una nueva ética e institucionalidad ambiental”. Igualmente se plantea la necesidad de dejar atrás “los modelos de desarrollo que han probado su inconveniencia en Colombia y otros países”, “revisar el modelo extractivista minero energético”, “construir un proyecto pedagógico permanente” y “fortalecer la investigación científica”, entre otros. (#SiAmbiental, http://www.ambienteysociedad.org.co/es/siambiental/)