Emprendimiento médico
Desde hace unos años Bucaramanga y Santander se han obsesionado con la salud como motor del desarrollo del departamento y lo han hecho bastante bien. Virgilio Galvis, Víctor Raúl Castillo y otros médicos le han apostado con liderazgo a tener medicina de punta en distintas aéreas, y con su persistencia y tenacidad han logrado que esa ambición tenga a nuestra región como pionera en América Latina en los temas de salud y ciencia.
El Hospital Internacional de Colombia, que debe inaugurarse antes de que termine el mes de julio, es el más reciente ejemplo de emprendimiento médico con unos resultados asombrosos. El imponente complejo de salud ofrecerá servicios cardiovasculares, será líder en tratamientos de cáncer en Latinoamérica, tendrá ortopedia y atención en neurología también. Adicionalmente, según anunció el doctor Castillo en entrevista con El Espectador, hay ocho centros especializados, con lo cual se trata de un hospital verdaderamente integral. Aquello de “internacional”, por su parte, no parece solo un remoquete para darle prestigio al hospital, sino que simboliza la conexión de Santander con el mundo y los centros clínicos de primer nivel y, de otro lado, le apuesta a la exportación de talento médico y a atraer pacientes del mundo que encuentren en esta zona del país, el mejor lugar para adelantar sus tratamientos y curarse de sus males. Ello, como resulta apenas obvio, trae beneficios no solo para el Hospital, sino para la economía santandereana y la reputación del departamento.
Los privados hacen lo suyo y a gente como Victor Raúl Castillo y los inversionistas de este megaproyecto debemos darles las gracias por su emprendimiento. Ahora el turno le toca también al sector público, que tendrá que promover la marca del departamento asociada ya no solo a temas turísticos o a negocios como el del calzado, lamentablemente en decadencia, sino reinventarse para poner el énfasis en estos asuntos de salud en donde, con orgullo, podemos decir que somos ‘potencia’. Es momento de darnos cuenta de que tenemos ventajas competitivas que hay que aprovechar y de volvernos los mejores vendedores de ese tremendo producto que se llama “Santander”.