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Juan Pablo Remolina
Jueves 10 de octubre de 2019 - 12:00 PM

Pobreza: más allá del ingreso

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“La pobreza no es solo la falta de dinero; es no tener la capacidad de alcanzar el potencial de cada uno como ser humano”. Con esta frase, el nobel de economía, Amartya Sen señala la importancia de analizar la pobreza más allá del ingreso diario por persona. La pobreza es un fenómeno complejo y requiere una medición integral para combatirla.

Por esta razón, en Colombia, la medición de la pobreza monetaria (método unidimensional), se complementa con el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM). El IPM mide el porcentaje de la población que pertenece a un hogar que está privado en una tercera parte de 15 indicadores que se agregan en cinco dimensiones: 1) educación; 2) niñez y juventud; 3) salud; 4) trabajo; y 5) vivienda y servicios públicos. Por lo tanto, esta medición permite monitorear variables que pueden ser impactadas por el gobierno.

Según el DANE, el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional en Santander para el 2018 fue de 12,9% (258.000 personas), ubicándolo entre los departamentos con menor IPM. No obstante, hay grandes retos. El porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional en zonas rurales fue 3,3 veces el de las cabeceras mientras que a nivel nacional la brecha fue de 2,9 veces. Donde hay menos votos, hay más necesidades.

Asímismo, dentro de la población con pobreza multidimensional, el 75% vive en un hogar en el que alguno de sus miembros trabaja de manera informal sin afiliación a pensión. Y el 46% pertenece a una familia donde la educación promedio es menor a nueve años, periodo en el que se adquieren competencias mínimas para la inserción laboral. Otro aspecto que si bien no mide el IPM pero que el Departamento de Prosperidad Social incluye en sus encuestas, es la necesidad de educación para la sexualidad. Según Profamilia, el porcentaje de adolescentes del quintil bajo de riqueza madres o embarazadas por primera vez es 5,8 veces el porcentaje en las adolescentes del quintil alto de riqueza.

En este sentido, los próximos mandatarios tienen la responsabilidad de implementar una política social efectiva que focalice los hogares más necesitados y articule su oferta con la del gobierno nacional. Así, según la ONU, “no dejar a nadie ni a ningún territorio atrás”.

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