Violencias imposibles de entender y por ende de explicar
En 1931 un titular de El Tiempo decía: “Se inicia la violencia política”, esto después de la época que la historia conoce como de “calma chicha”, posterior a la Guerra de los Mil Días, con la que concluyó la secuencia de guerras civiles del siglo XIX. Durante la violencia política “a unos los matan por godos, a otros por liberales”, como canta Arnulfo Briceño en “A quien engañas abuelo”.
Como manifestaciones de violencias después vinieron el bandolerismo y las guerrillas a continuación, Farc, Eln,… que en el Gobierno Santos en algo se “desmontaron”, aunque nadie logra entender a que “juegan” hoy Iván Márquez y otros más, ni porque no se ha hecho la extradición de Jesús Santrich legalmente pedida por Estados Unidos. Mucho menos se entiende cual es el “juego” del Eln que sigue asesinando como lo hacían cuando aparecieron hace más de 50 años en el Magdalena Medio.
En dimensión bien distinta no se entiende a que “juegan” Álvaro Uribe y sus secuaces, siendo urgente la definición por parte de la Corte Suprema del enjuiciamiento de la que es objeto el Expresidente. La situación del Centro Democrático es tan caótica que ahora tienen profundas diferencias, empezando por el Presidente Iván Duque y su Ministro Alberto Carrasquilla con su proyecto de ley de financiamiento y siguiendo con el Presidente del Senado Ernesto Macías quien propone una Asamblea Nacional Constituyente. Paloma Valencia criticó fuertemente a Duque, recordándole que ella lo ayudó a elegir.
Lo anterior sin entrar a analizar el desbordamiento de la corrupción, causa y efecto de la caótica situación que estamos padeciendo. A este caos se suman las manifestaciones de violencia que se están dando en las universidades del país, en dimensiones nunca antes vistas. Para no entrar en el aumento de la violencia callejera, con accidentes de tráfico provocados y atracos de distintas dimensiones.