Opinión: Alcaldía navideña
El Alcalde de Bucaramanga, Luis Francisco ‘Lucho’ Bohórquez, no se cansa de su mediocridad. Ni siquiera en Navidad nos concede una tregua.
El caos financiero de su gobierno, reportado por la prensa ahora que a los contratistas les están pagando tarde, no ha sido motivo suficiente para detener la ‘fábrica’ de contratos de prestación de servicios en el frente norte del Parque García Rovira. Este diciembre trajo consigo una nueva modalidad para vaciar las arcas municipales antes de que culmine el año. Si Héctor Moreno lo hizo en 2011 a punta de convenios a dedo con fundaciones de papel, la Alcaldía de Lucho está haciendo lo propio vía contraticos de poco valor y corto plazo, que ponen al descubierto, otra vez, el alto nivel de improvisación con el que se está gobernando la ciudad.
Entre el 1° de diciembre y el 17 de diciembre de este año, en 12 días hábiles, el gobierno de Lucho celebró 297 contratos de manera directa. De todos, 290 son de muy baja cuantía (menos de cinco millones, muchos de menos de dos). Y de estos ‘baratos’, ninguno dura más de 25 días y juntos suman alrededor de 300 millones de pesos.
Por ejemplo, el miércoles pasado la Alcaldía contrató un abogado por 3.5 millones de pesos para que preste, durante 13 días, “asesoría y acompañamiento jurídico al señor Alcalde en temas referidos a derecho comercial, contractual y de sociedad”. El contrato abarca 12 obligaciones. Quién sabe en qué andará el Alcalde, como para que los abogados con los que ya cuenta la administración no alcancen y toque celebrar un contrato así, fugaz, antes de año nuevo. En enero, si de verdad ‘Lucho’ necesita al asesor, habrá que hacer otro contrato, otro tramite. Hay más abogados, y también ingenieros, economistas, contadores, técnicos de apoyo, comunicadores, entre otros. Seguramente es un alivio para los beneficiarios y probablemente su trabajo es necesario. Pero un gobierno gestionado así, por medio de contraticos repetitivos que ahogan en trámites burocráticos a la administración y delegan la función pública a particulares por días, no puede ser otra cosa que incompetente. Como de hecho lo es el de Lucho Bohórquez.