El gran patán
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en su última gira internacional asistió a la reunión de la OTAN e incluyó visitas a dos importantes países del mundo, Inglaterra y Rusia, lugares donde en general ratificó su talante pendenciero, impertinente y descortés del que ha hecho gala. Inicialmente reprochó en términos altisonantes a los miembros de la mencionada organización de defensa -de la cual hace parte vital su Nación- por el atraso o no cumplimento de las cuotas para sostener esa alianza. La emprendió contra la canciller alemana Ángela Merkel, la gobernante más poderosa de Europa, en términos grotescos y desafiantes, en el mismo escenario. Al llegar al Reino Unido se retractó con todo descaro de los comentarios desatinados sobre la primera ministra Theresa May sobre el manejo de su gobierno y el Brexit, cambiándolos por oportunistas elogios, tolerados por ella con clara resignación.
El colmo de la falta de protocolo y elegancia lo demostró ante la Reina Isabel II, jefe de Estado, a quien dejó plantada en el lugar de encuentro (Castillo de Windsor), más de 10 minutos, irrespetando la puntualidad inglesa. Tampoco atendió las sugerencias de la soberana en su recorrido frente la guardia de honor, interrumpiendo su camino y llevándola al trote sin importarle su edad. Todo un acumulado de desaciertos que han generado un gran malestar internacional, que dejan en ridículo a la primera potencia mundial. En la cita con el señor Vladimir Putin, el nuevo zar y presidente de Rusia, cambio de actitud y de estilo: sus desafueros los guardó, sus gestos estrambóticos los aplazó, pero su gestión fue inane en la tan nombrada Cumbre de Helsinki, matizada por múltiples protestas colectivas.
Ya se escuchan voces de ciertos líderes políticos en el congreso estadounidense de que algunas de sus manifestaciones en ese encuentro pudieran constituir el delito de traición a la patria, al descalificar a sus agencias de inteligencia, FBI y CIA, pues eso significaría aliarse con el enemigo. ¿Qué tal este cuadro diplomático del llamado hombre más poderoso de la Tierra?. ¿Se pudiera calificar de misógino a alguien que tuvo esas malas conductas con tres relevantes y significativas mujeres del planeta?. Este gran patán y veleidoso gobernante con su arrogancia se constituye en el peor ejemplo para sus coterráneos y demás ciudadanos que descalificamos su desabrochada dirigencia.