Grímpolas
Las declaraciones de los tres candidatos a la Alcaldía de Bucaramanga publicadas el domingo anterior en Vanguardia Liberal, demuestran buena voluntad en cada uno pero, además, una incongruente y similar manera de salir del paso. Nos la explicamos porque el principal problema de taponamiento general del tránsito en los 20 kilómetros de la llamada Autopista no lo puede solucionar sola Bucaramanga; está obstruyendo en la zona Metropolitana que comprende también a Floridablanca, Piedecuesta y Girón y obviamente a la nación que es o debe ser la administradora de la vía y consecuencialmente la financiadora, por lo menos parcial, de las exigencias que se presenten. Bucaramanga es una ciudad sin calles. Debe regresar la libertad de la carrera 15, reconstruirse la carrera 22 en la dimensión de la 21, volver la carrera 33 a lo que fue reintegrándole el carril que se le robó a cada lado. Todo plan vial debe considerar la vía oriental, no por la loma sino por donde ésta termina, desde el Acueducto hasta Floridablanca. El arreglo de la vía antigua a Florida que hoy soporta los patios de las casas de los mismos sectores da para pensarlo y es muy costosa, naturalmente deben proseguirse los intercambiadores actualmente en construcción. Buena parte de todo esto lo hemos dicho en los últimos años varias veces.
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En nuevo foro propuesto por Vanguardia, Semana, Tro y otros medios, candidatos de la zona Metropolitana controvirtieron propósitos que han sido publicados; pareciera que unánimemente se concurre a prorrogar el vigente servicio de basuras. Los problemas restantes serían afrontados por cada uno de los ganadores en la elección de octubre sin que se observe mayor diferencia con lo ya iniciado. La política interfiere enmiendas y cada uno desearía gobernar con sus parciales.
Reiteramos aquí algo que ni siquiera se nombró. La Nación, a nuestro parecer, debe financiar el costo de cuanto toque con el transporte en el sector Bucaramanga-Piedecuesta, ya que es una vía que conecta al país nacional e internacionalmente.