El programa séptimo día
El domingo anterior en el programa séptimo día se habló sobre el caso de tres administradores que han hecho mala utilización de los recursos de algunas copropiedades, generándose con esto un verdadero daño social, ya que los dineros que se manejan son de comunidades que muchas veces sus recursos son obtenidos con dificultad. Es necesario aclarar que, aunque estos comportamientos son de una muy pequeña minoría, no sólo está afectando a quienes vivimos en propiedad horizontal, sino a la reputación de muchos profesionales dignos que están ejerciendo está actividad inmobiliaria.
El problema radica en que dentro de las obligaciones contraídas en la Ley 675/01 (hace 17 años) se manifestó normativamente que el gobierno debía reglamentar dicha actividad y a la fecha no lo ha hecho. Es necesario que esta actividad esté reglamentada y que exista un control en el ejercicio de ella, ya que se está jugando es con el patrimonio social privado de muchas personas y con el desarrollo de muchas comunidades.
Es necesario que el administrador de propiedad horizontal esté capacitado por las innumerables obligaciones que tienen hoy los Edificios; es necesario que se cree un órgano de inscripción y control para el ejercicio de esta actividad, para evitar que personas inescrupulosas dañen la excelente labor que realizan otras.
Pero también es necesario que las asambleas y los consejos de administración no nombren a un profesional por ser el más barato o aquel que por amiguismo más nos convenga, o el que sea más permisivo porque así no molesta a nadie.
Es necesario que el estado mire y controle esta actividad antes de que sea demasiado tarde. Mientras, son los consejos de administración los responsables de hacer una verdadera escogencia, en realizar un buen seguimiento de auditoria; para que los incompetentes o dueños de lo ajeno acabe con los patrimonios y la convivencia en los Edificios o Conjuntos.