Un poco de tarot
No se por qué sabiendo que la economía es una ciencia en donde se conjuga la adivinación con algunos principios de matemáticas, me gusta manosearla de vez en cuando. Mucho más ahora que estamos en esta tremenda encrucijada de saber si se vota en el plebiscito por el Sí o por el No. Y creo que a muchos nos pasa lo de Santo Tomás, seguimos siendo incrédulos. Tomás no está con los discípulos cuando Cristo resucitado se les aparece por primera vez y no cree en el testimonio de ellos. No hemos estado en La Habana y no se conoce lo que contienen los acuerdos. Los cristianos y no cristianos se preguntan: ¿Es Santos el “Cristo” en el que debemos creer sin ver? ¿Tendremos entonces que meter la mano en el costado? Se nos presentan estadísticas en las que el Sí va ganando, otras lo contrario. Pero aquí recuerdo la frase de Churchill: “Solo me fío de las estadísticas que he manipulado”. Vuelve y juega el tema de la “Paz” que tantas elecciones ha definido en Colombia. Un tema emocional que derrota lo que por lógica no se debería aceptar. El anhelo de la “Paz” nos hará aceptar las cosas que no vemos claras y sin meter la mano en el costado. A Santos le reconozco como gobernante sus decisiones ágiles, pasa sin consulta por encima de todos y de todo, como Caterine Ibarguen. Aquí vuelvo al tema de la Economía. ¿Cómo podrá manejarse el país en asocio de individuos que desconocen principios elementales? Un ataque frontal a los cultivos y cultivadores de palma, sabiendo que si no tenemos palma africana, el país tendría que importar miles de toneladas de aceite de soya, ajonjolí, girasol, que son cultivos que no se dan con éxito en nuestra franja tropical, y extremadamente peligrosos para la salud. Ahora que veo a unos productores de arroz secuestrados por el Eln, ¿cómo no saber que los cultivos disminuirán por el temor, con la consecuencia trágica de que el único y principal plato en la mesa de los pobres, el arroz, desaparecerá por costos de su dieta? En fin, ‘El Capital’ de Marx, como la miel, no es para lo asnos.