Editorial: El invierno traerá lluvia y tragedias
No acaba el invierno de hacer sus primeras demostraciones de fuerza, cuando ya la ciudad vivió su primera emergencia y tuvo que enfrentar la primera tragedia en la que una familia entera perdió la vida, querámoslo o no, por culpa de la desidia con que se tratan los problemas y que, en casos como este, se traduce en falta de respaldo a las labores de prevención que deberían contar con mucho más personal y presupuesto del que disponen unos pocos funcionarios que por más empeño que le pongan a su tarea, ésta va a ser insignificante si no cuentan con las herramientas necesarias.
Pero no es solo cuestión de conocer la teoría de la prevención de desastres, la gestión del riesgo o fortalecer como es debido esta área en la administración municipal y las entidades que conforman los comités que deben responder antes, durante y después de que se presenten estas emergencias. El más censurable de los factores que determina la ocurrencia de tragedias como la del barrio 12 de octubre en la que perdieron la vida dos pequeños y sus padres, es la falta de autoridad y muchas veces mezquinos intereses electorales que son los factores que permiten y a veces fomentan el establecimiento de viviendas en zonas de alto riesgo.
Es ya una macabra tradición en este país que en tiempos previos a las campañas políticas y especialmente cuando éstas están en curso, los políticos de baja calaña estimulen a los destechados a tomarse descampados aquí y allá y armar cambuches, con la promesa de que ellos los respaldarán después para que se legalicen estas invasiones como barrios, y en el afán electoral que los mueve, estos mal habidos líderes consienten que las personas se dispongan a vivir en lomas desleídas o junto a filos erosionados, sin importarles que únicamente están jugando con las esperanza y la vida de estas personas.
Por eso es que quedamos nuevamente ante la cruda y dolorosa realidad del duelo por una familia humilde que en unos cuantos segundos falleció por la irresponsabilidad y el desinterés del gobierno de turno.
El Ideam ha pronosticado fuertes lluvias en las próximas semanas, especialmente en mayo, y no podemos esperar nada distinto a vivir nuevas tragedias debido a que en los largos meses de verano que pasaron, la actividad preventiva casi fue nula y la preparación para afrontar lo que traiga el invierno sigue también cero.