Dislate del Concejo
El Concejo decidió imponer tan absurdo y desvergonzado contrato, pese al rechazo que sobre él ha expresado la inmensa mayoría de la opinión pública.
La ciudad, atónita, se enteró de lo decidido por el Concejo de Bucaramanga respecto de la millonaria e impopular iniciativa de “Selección de un socio estratégico que conformará con la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, una sociedad de economía mixta cuyo objeto será el desarrollo de proyectos de mejora de la movilidad y la seguridad vial en la ciudad”, o como la sabiduría popular atinadamente ha llamado a tal estropicio, “el contrato de las fotomultas”. Y es que la nueva decisión del cabildo, es una afrenta a la ciudadanía.
Dicha iniciativa tiene inconvenientes por todos sus poros, es un desafío a la opinión pública y fue inicialmente aprobada en el Concejo gracias al voto de concejales que están aspirando a la reelección y hasta a la alcaldía. Tal yerro del Concejo fue miopemente ratificado en esta semana al votar negativamente un proyecto que buscaba derogar su implementación. Es decir, el Concejo decidió imponer tan absurdo y desvergonzado contrato, pese al rechazo que sobre él ha expresado la inmensa mayoría de la opinión pública.
La sociedad de economía mixta que aprobó el Concejo constituir, de la que el municipio será socio minoritario, será administrada por el operador privado y éste se lucrará con el 60% de las ganancias obtenidas con las fotomultas que impongan a los bumangueses.
Además, tal sociedad será una SAS, tipo societario que la doctrina y los expertos consideran es inapropiado, no apto para crear una sociedad de economía mixta. Ella, en el parágrafo del artículo séptimo de su estatuto social, consagra que el socio estratégico de Derecho Privado hará una inversión de $20 mil millones de pesos en los dos años siguientes, sin especificar si será a título de aporte o como préstamo a la sociedad, o adquiriendo tecnología y equipos que arrendará a la sociedad para lucrarse no solo como socio, sino también por alquilarle dichos aparatos. Así, tiene muchos inconvenientes.
La decisión del Concejo causa daño patrimonial inmenso a la ciudad. Ya el Alcalde había dicho que tal iniciativa no se derogaba, que solo se aplazaba su implementación.
La ciudadanía tiene la palabra pues el daño económico será tanto para la municipalidad como para el patrimonio de cada bumangués.