La Cumbre de París
Comienza hoy en París la Cumbre sobre el Cambio Climático (llamada realmente Conferencia de las Partes o COP 21) que se espera sea, luego de otros encuentros semejantes llevados a cabo en los últimos 20 años, la cita definitiva para lograr un compromiso internacional vinculante para la reducción de los gases de efecto invernadero que marque un antes y un después en la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera a partir del año 2020.
El planeta está expectante de que esta vez los países contraigan compromisos vinculantes de reducción de emisiones contaminantes, luego de la anterior Cumbre llevada a cabo en Copenhague en 2009, que resultó ser una frustración.
Hoy la situación es diferente, pues hay sólidas evidencias científicas sobre el calentamiento global y que éste es debido a la acción humana, sobre lo que hay consenso entre más del 98% de los académicos mundiales, quienes piden limitar el aumento de temperatura media mundial y casi 200 países han tomado conciencia al respecto.
Hasta hoy el asunto ha sido, fundamentalmente, juegos de palabras, compromisos no verificables y la concentración de CO2 en la atmósfera ha llegado a un punto que no vivía el planeta desde el Plioceno, hace más de 2.5 millones de años, cuando la Tierra era más cálida y el mar más elevado.
Cerca de 170 países, entre ellos Colombia, han presentado sendos documentos de propósitos como contribución al cumplimiento de compromisos para enfrentar el problema, pero los científicos consideran que son insuficientes, pues en la hipótesis de que se cumplieran, la temperatura en 2.100 habrá aumentado en 2,7° C, superando la meta que es necesario cumplir a nivel global.
Es decir, se requiere hacer un extraordinario esfuerzo internacional y lograr reemplazar los combustibles fósiles por otras fuentes de energía más seguras.
En la Cumbre debe haber serena autocrítica, los acuerdos que se logren deben ser firmes, jurídicamente vinculantes y se debe permitir que la ONU verifique cada 5 años el cumplimiento de los compromisos contraídos por cada país e impliquen un objetivo al que se vaya aproximando la comunidad internacional.
Ello exige grandes sacrificios y disciplina ya que no queda tiempo. Recordemos que 2015 será el año más cálido desde que se comenzaron a hacerse las mediciones al respecto.