Usos abusivos del espacio público
Colombia adolece de un problema no fácil de solucionar, el alto porcentaje de personas que debe buscar su sustento en el mundo de la economía informal. Nuestras ciudades llevan años siendo víctimas de la innumerable cantidad de conflictos que ello genera. Soluciones de muchos tipos se han planteado y más de una se ha ensayado pero, a poco andar, todo sigue igual.
Paralelamente, ha ido tomando fuerza otro hecho que está desbordando todo cálculo y debe ser enfrentado con políticas certeras que impidan que siga ganando espacio. Empresas y empresarios que forman parte de la economía formal, que usan como vendedores a destajo a personas que están en el sector informal de la economía y ofrecen en las vías públicas, esquinas donde hay semáforos, etc., sus productos.
Tales empresarios les pagan a dichos vendedores una remuneración con base en la cantidad de unidades que vendan en las calles, no celebran con ellos contratos de trabajo y no les reconocen ninguno de los derechos que tienen. Así, bajan costos, aumentan sus ganancias y usan el espacio público y las vías vehiculares como vitrinas para ofrecer sus mercancías.
Lo descrito le saca el quite a las leyes Laborales y Tributarias, es una forma de competir deslealmente con los otros empresarios de su sector.
Así, las calles se han vuelto un abundante mercado de bebidas energizantes, helados, planes de telefonía celular, entre otros, sin ningún control de parte de las autoridades municipales.
En las calles de todas las ciudades del mundo, desde mediados del siglo XIX, personas diversas van a las casas periodísticas, compran periódicos y luego los venden en la calle. Ello forma parte del paisaje de Nueva York, París, Londres, Roma, Buenos Aires, para citar algunas ciudades en particular. Eso ha sido aceptado internacionalmente y el mundo ha convivido con ello desde hace más de 150 años, pero el fenómeno que comentamos es distinto y no está regularizado.
Antanas Mockus alertó sobre este problema cuando fue alcalde de Bogotá, trató de tomar medidas administrativas al respecto, pero tuvieron más fuerza los empresarios que usan tales canales de distribución. El asunto ha crecido, las ciudades reclaman que se controle y las autoridades deben actuar al respecto.