Un caos premeditado en Cañaveral
Si la Dirección de Tránsito de Flori-dablanca y particularmente la que terminó su periodo el 31 de diciembre pasado, hubiera convocado a un panel de expertos internacionales en movilidad, no para mejorar el tráfico de la zona, sino para todo lo contrario, es decir, para complicarlo, no habrían logrado los re-sultados que hoy sufre la comunidad.
Puesto en otras palabras, prácticamente todos los cambios determinados por la administración pasada en materia de tránsito en sus últimos días a cargo del municipio son tan desastrosos, que parecen dirigidos a implantar a propósito un caos generalizado.
Caos generalizado que hoy deben so-portar no solo los residentes, visitantes y comerciantes del sector, sino incluso quienes se desplazan por la autopista a Piedecuesta en inmediaciones de esa zona.
Y es que es tan grande el embrollo en el tráfico que ha logrado generar la Dirección de Tránsito, que en horas pico se extiende y paraliza hasta la autopista.
Pero no se podía esperar nada más. De hecho, no hay que ser experto en movilidad urbana para saber que cuando se modifican los rumbos de las calles en toda una zona convirtiéndolas en un solo sentido pero varias de estas terminan enfrentadas, la anarquía no se hace esperar. Y más si a esa insensatez se le suma el hecho de que los semáforos o bien no están en funcionamiento o los que ya operan se encuentran tan mal sincronizados, que terminan creando más tráfico del que se supone deben regular.
Ahora, si a esa receta de disparates se le agrega que aún se permite que carriles enteros de las calles sean ocupados por automóviles estacionados ilegalmente, se tiene la combinación ideal para lo que se está viviendo. Es decir, un auténtico desastre en la movilidad que ocasiona que se gaste, por ejemplo, muchísimo más tiempo tan solo para salir de la zona que antes de los famosos cambios viales.
Desde hace varios meses ya el tráfico de Cañaveral se ha venido complicando por cuenta estrictamente de las pésimas decisiones de la Dirección de Tránsito de Floridablanca. Semáforos que no se necesitan y otras decisiones injustificables comenzaron a deteriorarlo y la estocada final se propinó hace algunas semanas con las modificaciones ya comentadas.
Las equivocaciones son evidentes, son de la administración pasada y si la presente quiere realmente demostrar no solo que se preocupa por la comunidad que recientemente la eligió, sino por mostrar dosis así sean mínimas de inteligencia, debe arreglar cuanto antes la situación antes de que empeore aún más.