El primer día tras 52 años de guerra
Ayer, sin duda, fue tal vez uno de los días más importantes de la historia de Colombia en las últimas décadas. Con Cartagena como escenario y líderes de todo el mundo como testigos, el presidente de la República, Juan Manuel Santos y el líder de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverry, hasta ayer conocido con el alias de ‘Timochenko’, firmaron formalmente el acuerdo de paz que pone fin a 52 años de lucha armada con este grupo guerrillero.
Tras cuatro años de negociaciones en La Habana, Cuba, la firma de este acuerdo significa el fin de las Farc como grupo armado y el inicio de su transformación en un grupo político, cuyos representan-tes aspirarán a ser elegidos de manera democrática.
Muy largo fue el camino recorrido hasta llegar a la histórica firma de este acuerdo: 267.162 personas asesinadas, de las cuales el 81% fueron civiles; cerca de 27 mil secuestrados, 77 atentados terroris-tas, 1982 masacres, 25 mil desapareci-dos y cinco millones de desplazados, así como una sociedad que se acostumbró a vivir con el miedo y la zozobra.
Fueron varios los intentos para llegar a un acuerdo de paz con las Farc adelantados por distintos gobiernos a lo largo de estas cinco décadas, hasta que finalmente, ayer, un Presidente y el líder de la guerrilla se dieron la mano y prometieron vivir en paz.
Pero no será un camino fácil. Además de los miles de muertos y desaparecidos, este conflicto con las Farc dejó también un país dividido, que se acostumbró a vivir en la beligerancia y en el que un amplio sector no está dispuesto a perdonar.
La legitimidad de estos acuerdos deberá refrendarse este domingo 2 de octubre, y si se logra su confirmación por parte de la ciudadanía, vendrá lo más difícil: reconciliarnos como nación, aprender a vivir como un país unido e intentar una manera de resolver los conflictos sin armas ni agresiones, como lo habíamos hecho hasta ahora.
Hoy sin duda comienza una etapa para Colombia de ilusión, de esperanza de que vendrán tiempos mejores, de que los secuestros, los muertos y los atentados, al menos por parte de esta guerrilla, desaparecerán.
Hoy es el primer día después del mo-mento más esperado por los colombianos por décadas: el primer día de unas Farc en paz.