A acompañar al Bucaramanga, en paz
El Atlético Bucaramanga juega esta noche en Floridablanca el primer partido de la serie semifinal que disputa con el Deportes Tolima, en un partido que, quizás sea uno de los más importantes que juega el onceno local en, al menos, la última década.
Es obvio, entonces, que la ciudadanía en general esté interesada en conocer el resultado y esté deseando que el Atlético logre ganar y tomar una ventaja impor-tante que le dé margen para asegurar un triunfo en la serie y alcanzar la final de la Liga que debería ser frente a Santa Fe o Nacional.
Tenemos entonces una situación que debería augurar fiesta, pero que en realidad lo que despierta en florideños y bumangueses es preocupación, en tanto los antecedentes de desmanes y asonadas por parte de algunas barras e hinchas del Atlético Bucaramanga en contra del mo-biliario y espacio público, así como de la propiedad privada al final de partidos claves como el de hoy, solo dan para pensar en que se tomen medidas de seguridad que eviten que tales hechos ocurran de nuevo y no que se espere a que se presenten los desmanes para actuar en contra de sus promotores.
Hay que reconocer, eso sí, que este año las barras más numerosas del equipo han demostrado un comportamiento destacable tanto dentro como fuera del estadio; son hinchas que saben acompañar y animar a su equipo sin ofender al rival y sin promover ninguna forma de violencia. Lamentablemente no todos los seguidores del equipo de casa han logrado esta madurez y aún se escudan en la masa y sus reacciones descontroladas para, desde allí, desplegar sus intenciones vandálicas en contra de la ciudad y sus habitantes.
Hay que felicitar a jugadores, cuerpo técnico y directivos del Atlético Bucara-manga por haber hecho este año una campaña que, sin duda, queda entre las mejores en la historia del equipo, sobre todo cuando apenas se superaba el traumático paso de 8 años por la categoría B y lo que todos deseamos es que esa campaña culmine con la primera estrella en el escudo búcaro.
Ese buen ambiente y esos buenos dese-os, que sabemos que están en el ánimo de todos los bumangueses, no deben es-tropearse cualquiera que sea el resultado de hoy, con manifestaciones excesivas o fanáticas y actos en contra de los demás: acompañemos todos a Bucaramanga, pero hagámoslo en paz.