El rendimiento de nuestros estudiantes
Santander está de plácemes por los resultados obtenidos por sus bachilleres en las pruebas hechas por el Estado a todos los que cursan último año de educación secundaria en el país. Entre los 10 mejores colegios de Colombia, dos de ellos son de Floridablanca y un significativo número de estudiantes de nuestra región fue seleccionado entre los mejores del país. Eso llena de alborozo pero, desafortunadamente, al analizar en detalle las cifras, resalta que tales colegios son privados y si se observa el nivel de conocimientos de los jóvenes que cursan estudios en colegios públicos, los frutos son otros, distintos.
¿Por qué están sobresaliendo más los escolares de colegios privados? Porque el nivel de exigencia de los colegios oficiales se ha vuelto laxo, menos apto para emular, sus educandos en forma imperceptible han ido perdiendo espacio en el mundo del saber, la exigencia de sus profesores no es suficiente y todo eso redunda tanto en las pruebas hechas por el Estado como en el rendimiento de muchos de ellos en el escalón educativo siguiente, el universitario.
No quiere lo anterior decir que quienes cursan estudios en colegios públicos sean bachilleres de segunda categoría sino que al poner en paralelo los frutos intelectuales de muchachos que se forman en colegios privados y de los que lo hacen en colegios públicos, un más nutrido número de bachilleres de colegios privados sobresale.
Muchas cosas deben reconsiderar quienes dirigen y orientan la educación secundaria pública, pues en Colombia el gran factor de inclusión económica y social que hay es la educación, razón por la cual se debe cuidar cual joya y labrar más las capacidades de quienes se forman en las aulas de establecimientos educativos del sector público.
Entre quienes son estudiantes de colegios públicos hay nutrido número de muchachos con alta capacidad intelectual, espíritu de sacrificio, esfuerzo, entrega, ansias de conocimiento. Luego el estamento profesoral y directivo debe orientar y prepararlos más ya que al brindárseles más saber, pronto nuestros colegios estatales arrojarán resultados similares o mejores que los que están dando los muchachos formados en colegios privados.
El problema no es de materia prima, es de formación, orientación. Por eso hay que revisar lo que sea necesario para que los jóvenes de colegios públicos puedan sobresalir más.