Una oportunidad única para apoyar un cambio real
Por estos días los colombianos tienen una oportunidad a la que el calificativo de histórica no resulta exagerado, para dar un gran paso en el cambio de las repulsivas costumbres políticas que se adueñaron de este país.
Se trata del inicio de la recolección de firmas entre la ciudadanía para impulsar el proyecto de referendo titulado: “Por un Salario Razonable de los Congresistas, un Cambio Democrático en el Congreso y Transparencia en la Clase Política”, que de llegar a feliz término, le daría sin lugar a dudas un vuelco no solo a la manera de hacer política en Colombia, sino muy probablemente induciría también un gran cambio entre los nombres de quienes la protagonizan.
Y es que el referendo, promovido además por un grupo de jóvenes particularmente a través de ese fenómeno que son las redes sociales, no solo busca reducir el salario de Senadores y Representantes a la Cámara, que en la actualidad devengan 28 millones de pesos al mes además de un gran número de prebendas exageradas.
No. La iniciativa ciudadana busca de paso limitar la reelección de congresis-tas, lo cual sería sin duda alguna un golpe de muerte a esos odiosos pero sobre todo deshonestos cacicazgos políticos que mantienen a todas las regiones del país en la pobreza y el subdesarrollo mediante el cobro de peajes con fines personales a todas las inversiones sociales del Estado.
A partir del 22 de diciembre pasado, luego de ser aprobada oficialmente la re-colección de firmas por parte de la Registraduría, se cuenta con seis meses para obtener mínimo 1 millón 900 mil para que el Congreso convoque el Referendo.
En Bucaramanga ya hay diferentes puntos de recolección de firmas que este diario ha dado a conocer de antemano e incluso cualquier ciudadano puede apo-yar la iniciativa imprimiendo el formulario que se puede bajar de Internet para recolectar firmas por sí mismo que luego puede llevar a lugares predeterminados.
No es un camino fácil, no solo por la cantidad de apoyos que es imperativo conseguir, sino porque con toda seguri-dad la clase política le atravesará toda clase de impedimentos para frenarlo.
Adicionalmente, una vez logrado el trámite en el Legislativo tendrá que pasar una prueba en la Corte Constitucional y más tarde obtener la mayoría en las urnas.
Sin embargo, dada la triste situación moral, ética y económica del país, que es consecuencia directa del agotamiento de la decencia en todos los niveles del Es-tado, son solo iniciativas como éstas las que pueden conducir a un gran cambio, ya que esperar a que sea la misma clase política la que decida alterar su compor-tamiento resulta utópico y sin lugar a dudas, ingenuo.