¿La sexta extinción masiva?
La pregunta que plantea este espacio editorial, es la misma mediante la cual CNN tituló hace pocas semanas una noticia que desafortunadamente pasó desapercibida y no fue objeto de mayores reacciones, por lo menos en Colombia.
El titular hacía referencia a que según los datos más recientes dados a conocer por World Wildlife Fund, WWF (Fondo para la Vida Salvaje), más de dos tercios de la vida de animales salvajes en el planeta podría acabarse antes de que finalice esta década. De hecho, agrega el informe, desde la década de los 70 del siglo pasado se ha producido una disminución de casi el 60% en lo que a la existencia de peces, aves, reptiles y mamíferos en el mundo se refiere. Al ritmo actual, la vida salvaje se extingue a una tasa del 2% anual.
¿Las causas? Son las que ya se saben de sobra pero poco se hace por controlarlas. La sobreexplotación del medio ambiente directamente por parte del hombre como la caza y la pesca, así como la reducción de los hábitats a velocidades pavorosas por esa misma razón o debido a la explotación de recursos naturales, son los motivos directos para esta gran extinción masiva.
Extinción masiva que sería la sexta en los billones de años que componen la historia del planeta Tierra, pero sería la primera generada por una de las especies que lo habitan.
La creación de una conciencia colectiva mediante la educación resulta primordial y es sin lugar a dudas el primer paso para afrontar el problema hacia el futuro. Solo generaciones sensatas con entendimiento de lo que sucede pueden actuar acorde y cambiar las costumbres de consumo masivo, saqueo ambiental y devastación sin límites, que es lo que las circunstancias exigen
Pero eso no es suficiente. Y es que a menos que los diferentes países y en este caso particular el gobierno colombiano no se decidan a ejercer controles serios y rigurosos contra quienes arrasan la naturaleza sin escrúpulo alguno con el único fin de lucrarse, léase minería ilegal, tala de árboles y pesca prohibida, caza de especies en peligro, contaminación industrial de aguas y un larguísimo etcétera, el futuro del planeta y por ende el de la humanidad, no lucirá promisorio ni siquiera en el corto plazo.