La triste crisis de Acualago
Una queja constante de los bumangueses y habitantes del área es aquella de no contar con una oferta de recreación suficiente frente al volumen de crecimiento de la ciudad y su área.
Conscientes de esta realidad, un grupo de empresarios santandereareanos y la Gobernación de Santander le apostaron a crear un parque acuático, a la altura de los mejores, en el lugar donde durante décadas funcionó el Parque Recreacional El Lago.
Fue así como con una inversión inicial de $14 mil millones, en el 2010 se inició la construcción de este inmenso proyecto para beneficio de Bucaramanga y Santander. Sin embargo, como suele pasar con algunos proyectos donde hay participación pública, la ejecución se enredó y la obra estuvo sorteando inconvenientes financieros durante cuatro años, que llevaron a que el valor de la iniciativa terminara en $30 mil millones. Finalmente, en diciembre de 2014 el sueño de estos empresarios se hizo realidad y Acualago abrió sus puertas generando cerca de 120 puestos de trabajo.
Pero hoy, a poco más de dos años de iniciarse esta apuesta, el parque anuncia que posiblemente cerrará sus puertas de manera definitiva, pues su situación financiera es insostenible.
Es realmente doloroso que una inversión multimillonaria como la ejecutada en este parque llegue a su fin por la falta de respuesta del público. No se estaba en este caso frente a una iniciativa de poca monta que no despertara el interés ciudadano. Acualago alberga atracciones como hay muy pocas en el país. Infortunadamente el apoyo ciudadano no fue el esperado y el sector público tampoco se vinculó de una manera constante, que permitiera impulsar este parque para hacerlo perdurable.
Una vez más queda demostrado que a veces los bumangueses y habitantes del área no apoyan los mismos atractivos turísticos del departamento, y hoy debemos asistir al muy posible cierre de este importante espacio para Santander.
La última palabra la tendrá su junta directiva, que esta semana decidirá el futuro del parque. Ojalá existiera alguna manera de sacar a flote a Acualago.
Pero si no hay forma de salvar el proyecto, no queda más que agradecer a esos empresarios que se la jugaron por esta iniciativa y que invirtieron mucho más de lo esperado. La historia no podrá decir jamás que no se comprometieron con el desarrollo de la región o que fueron indiferentes a sus necesidades.