Esta vez, más precisión para el Pico y Placa
Luego del fallo de la Justicia, nuevamente ha anunciado la Dirección de Tránsito de Bucaramanga la implementación del pico y placa en el centro de la ciudad.
La insistencia de la administración en esta decisión, cuyos beneficios quedaron sin medir durante el tiempo que estuvo en vigencia, produjo en su momento descontento, protestas (que afortunadamente nunca derivaron en desórdenes o víctimas) y efectos negativos para la economía local en ventas y empleo especialmente, entre otras cosas.
Considerando esto, no se entiende entonces por qué el empeño en reimplantar la medida tal como estaba.
Y no se entiende, porque de parte del Director de Tránsito no se oyen las razones que justifiquen tal cosa; anunció ayer que el pico y placa en el centro regresa desde el lunes próximo, pero, otra vez como en enero, la decisión tiene visos de autoritarismo porque, según los afectados, no se les ha tomado en cuenta como debe hacerse y tampoco se han expuesto los estudios que justifiquen la severa restricción.
Es necesario entonces regresar a argumentos como los que se expusieron a comienzos de año, uno de ellos la gravísima falta de autoridad de la Dirección de Tránsito, que es la que causa los mayores obstáculos a la movilidad en el centro, como se ha demostrado reiteradamente en este diario.
Simultáneamente se han conocido también estudios de entidades oficiales y privadas que demuestran que los vehículos particulares, los más afectados con la medida, son apenas el tercer grupo entre los que más circulan en el centro, puesto que por encima de ellos están los taxis y, en una cantidad de más del doble, las motocicletas; estos dos últimos con su gran cuota de contaminación ambiental, que es también lo que se quiere disminuir.
Por esa razón, tampoco se entiende que, si esto es así y si como lo ha expresado la alcaldía, la idea es combatir el mototaxismo, se tome como objetivo de tal lucha a los carros particulares.
En síntesis, si la administración quiere hacer caso a los jueces, disminuir la polución y atacar el mototaxismo, debe centrarse específicamente en quienes son la causa del problema, sin castigar injustamente a los dueños de carros particulares que son los que menos arremeten contra el orden, el código de tránsito o las leyes en general.