Causas y efectos del caos en las calles
La cifra realmente no causa sorpresa, si se observa el comportamiento diario de miles de motociclistas por las calles de Bucaramanga y el área metropolitana. Pero sí explica buena parte del caos reinante en las calles.
De acuerdo a la publicación realizada por este diario ayer lunes 22 de mayo basada en informes de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, solo un 14% de quienes conducen una moto por las vías públicas tomaron algún curso en una escuela de conducción. El resto, es decir el 86%, aprendió a manejar solo o le enseñó un amigo.
Y es precisamente ese 86% el que explica el siempre creciente número de accidentes de este tipo de vehículos con su consecuente carga de muertos, heridos e incapacidades.
Y es también ese porcentaje el que permite entender el porqué esos muertos y heridos no solo provienen de la falta de pericia al conducir una moto, que es una de las principales causas de accidentalidad según el estudio, sino de paso también el porqué hacer acrobacias en las vías, llevar niños sin protección y en sobrecupo, pero sobre todo cometer todo tipo de imprudencias como zigzaguear irresponsablemente, circular por los andenes o manejar por la izquierda en vías dobles a baja velocidad, para mencionar solo algunas, son las causas que siguen en la lista para entender mejor las razones por las que a diario los motociclistas protagonizan percances a lo largo y an-cho de toda la ciudad.
Una capacitación mínima, no solo en cuanto al manejo en sí de una motocicle-ta y los peligros que esto conlleva, sino en materia de conocimiento y respeto de las normas de tránsito, como es apenas lógico, resulta esencial para todo aquel que tome el control de ese tipo de vehículo. Sobre todo, cuando en las motos la ausencia de latas y parachoques hacen que sean los cuerpos de quienes las conducen los que reciben el impacto directo en cualquier accidente. Y de eso es igualmente necesario que tomen conciencia.
Hace pocos días, el Gobierno nacional informó que en adelante será necesario presentar exámenes teóricos además de los físicos para obtener una licencia de conducción. Solo queda esperar que esa medida, además de que se haga efectiva, obligue a los motociclistas a tomar cursos especializados de manejo y reglamentación y que no suceda lo que es costumbre, es decir, que sean los tramitadores e intermediarios ilegales los que se encarguen de saltarse ese requisito de aprendizaje para que todo siga igual.