Más allá de tener una mascota
En el mundo actual el tema de las mascotas, entendido este vocablo como animales de compañía en la vida cotidiana, ha ganado gran espacio y cada día son más las familias que deciden tener una. Prudente es resaltar que así como en la comunidad se ven actos hermosos de amor por los animales, con frecuencia se presentan actos de los humanos contra estos seres sintientes que dejan mucho qué desear como es el maltrato, o bien, el abandono a su suerte de estos seres indefensos, incapaces de valerse por sí mismos en el inhóspito medio de las ciudades.
Las cifras de cuántas mascotas hay en Bucaramanga no son muy confiables pues censarlas no es fácil, pero según el Ministerio de Salud, circunscribiendo el asunto a perros y gatos, hay algo más de 65.000. Ello significa que este no es un tema secundario, que en este frente la administración municipal (no solo la actual) debe actuar en forma permanente, hacer juiciosos planes de trabajo, control, vigilancia y educación ciudadana para difundir masivamente el cómo proceder cuando se decide tener una mascota, qué cuidados, obligaciones y deberes hay frente a ellas.
A la cifra de los 65.000 perros y gatos que viven en nuestros hogares hay que sumar la cantidad alta pero indeterminada de tales animales que han sido irresponsablemente abandonados a su suerte y deambulan por las calles, siendo la inmensa mayoría de ellos fértiles.
Ahora bien, es grave el bajo número de ellos que están vacunados, solo algo más de 9.000, es decir, mucho más del 86% de perros y gatos que hay en Bucaramanga no están vacunados y en cualquier momento pueden convertirse en transmisores de delicadas enfermedades que afectan a los humanos como la rabia. Así, estamos hablando de un tema de salud pública sobre el que la comunidad y las autoridades municipales no han tomado cabal conciencia.
Este asunto ha sido poco tenido en cuenta a lo largo de la historia por quienes han regido el gobierno municipal y las circunstancias exigen que la política oficial cambie al respecto por muchos motivos, entre otros por la posibilidad de tener que enfrentar en el futuro una emergencia sanitaria que tendría su origen en la despiadada conducta de los seres humanos con el resto de especies del reino animal.