Colciencias
Los orígenes de Colciencias se remontan a 1968. La entidad fue reorganizada en 1991 y se le adjudicó la coordinación del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. En 2009 se convirtió en Departamento Administrativo. Está encargada de formular, orientar, promover ydirigir las políticas públicas para fomentar la ciencia, la tecnología e innovación y en cumplimiento de una propuesta de la campaña electoral de 2.010, el presidente Santos Calderón le destinó anualmente el 10% del dinero recibo de regalías. Últimamente Colciencias ha sido noticia por circunstancias que causan preocupación.
¿Cuáles? Por las políticas administrativas que estaba implementando y desavenencias con funcionarios del alto Gobierno, fue destituido su Director. Eso suele ocurrir en todos los gobiernos del orbe, pues los funcionarios públicos, cual los fusibles, son cambiables al buen juicio de quienes dirigen el Estado.
Lo que preocupa es que en los siete años que lleva la administración Santos Calderón, César Ocampo era el octavo director de tal entidad estatal; así, en promedio, cada cabeza de esa dependencia ha durado menos de un año en el cargo y, de contera, en tal lapso se han tratado de implementar allí ocho orientaciones y metas distintas. Así, ¿qué política de ciencia, tecnología e innovación puede tener el país?
Todo país que piense en el futuro seriamente parte de una premisa: solo habrá porvenir si el mayor esfuerzo se dedica a la educación, al desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación. Y Colciencias es la entidad estatal encargada de adoptar y promover las políticas públicas para tal desarrollo.
Colombia necesita formar científicos y pensadores críticos, requiere profesores y estudiantes que se salgan del esquema común; por eso existe Colciencias, pero así, ¿cómo?
Los hechos demuestran que no hay suficiente claridad sobre la política de ciencia, tecnología, investigación e innovación que requerimos y que a ella no se le pueden mezclar los vaivenes de la política cotidiana.
A Colciencias, a principios de la administración Santos Calderón, se le dotó de buen presupuesto, pero su distribución por regiones fue errónea y hubo dinero que terminó sirviendo, hace algunos años, para poner un asadero de pollos y un Spa en Popayán. Hoy su presupuesto es exiguo y buena parte de él se dedica a otorgar becas para pregrado y doctorado, labor que debe hacer Icetex, no Colciencias.