El sistema electoral intranquiliza
Cuatro años después de haberse llevado a cabo las elecciones para integrar el Congreso de la República en el período 2014 – 2018, la Sección Quinta del Consejo de Estado profirió fallo en un proceso que impugnó aspectos importantes del funcionamiento del sistema electoral colombiano; lo que en él se pone en evidencia inquieta en grado sumo, más estando a tres semanas de nuevos comicios para conformar tales corporaciones públicas.
En el proceso se probó que en el escrutinio de los votos depositados en tales elecciones hubo irregularidades en el 50% de las mesas ubicadas en todo el país. De ello se deduce que las elecciones y nuestro sistema electoral no son confiables, lo que es muy grave pues se ignora que las cosas hayan cambiado de 2014 a hoy.
La sentencia pone el dedo en una gran llaga electoral: la Registraduría no tiene un software especializado de su propiedad para llevar a cabo los escrutinios, razón por la que cada vez que hay elecciones, alquila uno; el usado para contar los votos en 2014 evidenció irregularidades y que era vulnerable. ¿Qué tan confiable es el que se va a utilizar para los comicios que se avecinan? Lo que está en juego es la médula espinal del sistema democrático del país.
En el proceso comentado se comprobó que los marcadores o plumones usados para que los electores señalaran el sentido de sus votos fue deficiente, provocó muchas “manchas espejo” al doblar los tarjetones y ello desfiguró el resultado electoral.
Otra “perla” encontrada es que la Registraduría no tiene copia de seguridad para resguardar la información electoral. Muchas de estas intranquilizadoras verdades han podido ser corregidas por el Consejo Nacional Electoral, pero esta corporación no lo hizo.
Numerosas irregularidades más se probaron en el citado proceso y le quitan credibilidad a las elecciones para Congreso de 2014, como el sabotaje en los sistemas de transmisión o consolidación de los resultados electorales, las manipulaciones del software, el que parte del material electoral se perdió o fue destruido y el que la Registraduría no tiene suficiente personal idóneo para la prestación del servicio de soporte técnico.
El contenido y razones de la sentencia generan desasosiego, pues hay muchas falencias en materia electoral en Colombia, asunto que es de extrema gravedad.