Es hora de responsabilidades por el Acueducto de Los Santos
Una de las poblaciones que más ha sufrido a través de los años por las sequías es Los Santos. Por esta razón, cuando en junio de 2015, durante la administración del gobernador Richard Aguilar, los 12 mil pobladores de 17 veredas que conforman esta región recibieron la noticia de que se construiría un acueducto, la alegría y la esperanza los embargó, pues por fin llegaba la noticia que estaban esperando por casi 50 años.
Pero la alegría duró poco. Iniciada la construcción del acueducto, del que vale la pena advertir desde el comienzo varios sectores fueron escépticos frente al proyecto planteado, se evidenciaron problemas de carácter técnico y administrativo. Con un prespuesto inicial de $22 mil millones y 18 meses de plazo, se inició la construcción del acueducto, y un año después la obra quedó paralizada.
Desde ese entonces, la veeduría de la Cámara de Comercio de Bucaramanga advirtió que debía hacerse un replanteo de diseño, pues las proyecciones de recolección de agua sobre las que se realizó el proyecto no correspondía con la realidad, además no se contaba con red eléctrica necesaria ni se habían apropiado los predios.
Ya con más de dos años de retraso, este fin de semana que pasó, la Contraloría departamental convocó una audiencia pública, para que la Esant le respondiera a la comunidad todas las inquietudes frente a la continuación de este proyecto.
Mónica Paola Monsalve, gerente de la Esant, reconoció ante la comunidad la incertidumbre frente al proyecto y las razones por las cuales ha tenido inconvenientes. “Hemos sido claros en el tema de las condiciones iniciales y que tuvimos que subsanar los problemas que se han evidenciado de carácter técnico y administrativo con la servidumbre de predios”, afirmó Monsalve. Así mismo, reconoció que las obras están suspendidas a la espera de la aprobación de una adición de $6.700 millones y de la entrega de los predios.
No puede ser que un proyecto tenga tantísimas falencias desde su inicio y no existan responsables. Los santandereanos estamos cansados de que se repita una y otra vez la noticia de obras mal planeadas y ejecutadas, que al final quedan como gigantescos elefantes blancos, que desangran los recursos públicos sin que exista ningún tipo de responsabilidad y que quienes tendrían que asumir las consecuencias de estos proyectos mal planeados, sigan campantes. Y como siempre, nada, absolutamente nada pase en los organismos de control.