Una desatinada política estatal
Uno de los problemas neurálgicos del país, imperativo categórico que debe tener una solución de fondo proporcionada por la próxima administración central, pues el actual gobierno nacional solo le ha aplicado paños de agua tibia, es el del Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM) implementado en las siete principales ciudades (incluida Bucaramanga), complementado con los Sistemas Estratégicos de Transporte Público que operan en cerca de 10 ciudades intermedias. Los gravísimos problemas de este sistema masivo de transporte de pasajeros, ese que en Bogotá conocen como Transmilenio y en Bucaramanga Metrolínea, el que ha generado más complicaciones que aportar soluciones eficaces, comienzan con su diseño en los Conpes, siguen con lo planificado para las siete ciudades, la lentitud de sus obras iniciales, los sobrecostos y Tribunales de Arbitramento en que terminaron los contratos con aquellos que construyeron sus redes viales, estaciones y talleres, los equivocados estudios sobre el número de pasajeros, la cada vez más baja demanda del servicio frente a lo proyectado, la mala socialización del sistema, los errores en la incorporación de los operadores, los conflictos y crisis reiterativas que ha habido con ellos, la crisis financiera y empresarial que viven dichos operadores, la lenta salida de circulación de los buses tradicionales, todo lo cual choca frontalmente con la ausencia de salidas inteligentes y aplicables que den una solución atinada a la supervivencia de los SITM; un sistema en el que se han invertido billones de pesos del Estado, los departamentos, los municipios y los operadores. El agudo problema de dicho sistema de transporte es similar en todas las ciudades, en ellas cada vez más pasajeros se abstienen de usar los buses del SITM, se multiplica el transporte “pirata” y las cifras en rojo aumentan. Además, hay inseguridad en buses, paraderos y terminales, largas filas de usuarios, aglomeraciones y nadie ha podido encontrar soluciones a tan mayúsculo lío. Hoy hay más fallas en el transporte urbano de pasajeros que antes de implementar el SITM; el Estado y los operadores han “enterrado” en él más de $40 billones y no hay propuesta alguna que sea una real y acertada alternativa al problema mientras aumentan los mototaxis, “piratas”, bicitaxis, colados, etc. Esperamos los resultados de la integración del transporte en el área, a ver si es posible, aunque no parezca, revertir esta realidad