La cultura también es desarrollo
Normalmente, cuando se proyecta el futuro de las ciudades, se desconoce o se minimiza el valor que para las comunidades tiene el factor cultural, entendido este no solamente como el vehículo de expresión de las artes y el pensamiento humano individual, sino también como la manifestación de la comunidad en su complejidad, en tanto allí se evidencian multiplicidad de variables que terminan por determinarla y definirla. En este sentido, hemos visto cómo la administración municipal ha enfocado sus esfuerzos en el campo cultural, tanto en el sentido estético como el social, con lo que ha comenzado a cambiar tanto la valoración que hacemos de nuestros artistas y sus obras, como el comportamiento de las personas y su relación con la ciudad. A esto contribuyen, por ejemplo, esfuerzos como el que desarrolla el Centro Cultural del Oriente, el Instituto de Cultura o entidades como el Museo de Arte Moderno. Pero también el trabajo del sector privado, en asocio con la Alcaldía y la Gobernación, por recuperar uno de los más importantes referentes históricos aún en pie de la cultura de Bucaramanga, como lo es el Teatro Santander, con miras a que sea el espacio por excelencia para el arte en la ciudad.
Del mismo modo son destacables actividades especiales como las que se programan en espacios públicos, como la actual propuesta del Imct de llevar el cine europeo a las calles y parques de la ciudad, las ya tradicionales Salas Abiertas, el Festival de Piano de la UIS o la Feria del Libro de la Universidad Autónoma, que le dan a Bucaramanga una visión menos anecdótica y más consciente de lo que realmente es el arte y la cultura para una sociedad.
Por este mismo camino deben conducirse las actividades dirigidas hacia la comunidad, como las expresiones en fachadas de barrios populares o la formación de nuevos comportamientos ciudadanos en cuanto al respeto por los demás y por la ciudad en sí misma. Estos son los elementos de orden subjetivo, si se quiere, pero que no son menos determinantes que otros, a la hora de formar ciudadanía y sentar bases de largo plazo que favorezcan el desarrollo y el mejoramiento de la calidad de vida en la ciudad.
Lo deseable es que tanto el sector público como el privado de la ciudad continúen pensando y fomentando la cultura artística y ciudadana hasta consolidar un proceso positivo para quienes vivimos en Bucaramanga.