Prudencia y transparencia para este domingo
Como es de esperarse, en los días finales de una campaña presidencial, con el aumento de la tensión, crecen también los errores, los desafueros, las imprudencias, por decir lo menos, tanto de los candidatos como de sus equipos de campaña, como está sucediendo en esta contienda electoral, en la que los candidatos luchan codo a codo por las mayorías.
La angustia de los aspirantes a la Presidencia de la República ha hecho que el pacto de no agresión que recientemente firmaron ya esté olvidado y se hayan incrementado, especialmente por las redes sociales, los ataques personales, lo que enrarece más el ambiente electoral y distrae la atención, sobre todo de los indecisos, que seguramente preferirían estar conociendo programas y no insultos de parte de los aspirantes o sus equipos.
Entre todas las afirmaciones que han hecho algunas campañas en los últimos días, la más grave es la de supuestamente anticipar un “fraude electoral”, que desde una candidatura se anuncia como resultado de trucos tecnológicos, y desde otra como consecuencia de la manipulación de jurados provenientes de una tendencia ideológica en particular. Y en el caso específico de la campaña de Gustavo Petro, se ha hecho un llamado a “volcarse a las calles”, en caso de perder las votaciones, supuestamente producto de este fraude,
No hace bien al proceso que desde las campañas se señale, sin mayores pruebas, la intención dolosa del Registrador Nacional o de sus funcionarios de alterar los comicios, poniendo desde ahora en duda el resultado de las urnas y en riesgo el orden público en la noche de este domingo. No puede ser con este tipo de presiones como se pretenda resolver una diferencia entre candidatos o se trate de forzar un resultado.
Y para dejar en evidencia la falacia de estas acusaciones, el Registrador Nacional y la entidad que dirige deben encargarse este domingo de dar todas las garantías de transparencia, tanto en la recepción de los votantes durante todo el día, como en los posteriores escrutinios.
Tanto los candidatos como la Registraduría deben contribuir a que los colombianos tengamos en la noche del 27 de mayo un resultado que nos ofrezca la seguridad de que al término de estas elecciones la democracia fue exaltada, las instituciones fortalecidas y la soberanía popular respetada.