Santander está acabando con su bosque
Un informe revelado la semana anterior por el Ministerio del Medio Ambiente y el Ideam dejó en evidencia que durante el 2017 en Santander se deforestaron 5.336 hectáreas de bosque, 344 hectáreas más que en el 2016. Esto ubica a nuestro departamento como la séptima región con mayor destrucción de bosques del país.
Este mismo reporte señala que de los 32 departamentos de Colombia, 12 registraron aumentos en el área deforestada en comparación con las cifras del 2016, entre los que figura Santander. En todo el territorio nacional fueron deforestadas 219.973 hectáreas de bosque. El 81% de esta destrucción de bosque se concentra en Caquetá, Guaviare, Meta, Antioquia, Putumayo y Chocó.
A pesar de esta destrucción creciente, en Santander aún quedan 837.281 hectáreas de superficie de bosque.
Esta tala, según explicó Minambiente, se dio por procesos de praderización, construcción de infraestructura, extracción de madera, ganadería extensiva, extracción de minerales y cultivos de uso ilícito.
El informe precisa además que dentro de los 10 departamentos en los que se detectó mayor área deforestada asociada a incendios también se encuentra Santander, en el décimo lugar de regiones donde se registra mayor quema de bosques.
¿Qué futuro le espera a una región que acaba poco a poco con su patrimonio ecológico? Desde hace mucho tiempo, la destrucción de nuestros bosques viene ocurriendo sin que exista ninguna medida eficaz para detenerla. O lo que es peor, con la complicidad de quienes deberían estar trabajando por proteger los bosques. Basta recordar la captura a principios de este año de funcionarios y exfuncionarios de la Cdmb y otros particulares, que están siendo investigados por presuntas irregularidades en los procesos de licenciamiento ambiental para la tala de árboles en Santander. Aunque por puesto la vinculación de funcionarios al tráfico de maderas es algo excepcional y no puede predicarse que la entidad en sí esté envuelta en estos hechos, sí es cierto que la protección de nuestros bosques nativos ha sido un gran pendiente de las autoridades ambientales en Santander, que parecen ser ineficaces ante la destrucción masiva de nuestras especies.
La situación es crítica. Es necesario que conservemos nuestros bosques y que haya medidas efectivas contra quienes talan, queman y destruyen nuestro patrimonio ecológico.