Una lucha larga, infructuosa, mal planteada
Se ha conocido el texto del estudio “Informe del gasto del Gobierno de Colombia en la lucha antidrogas 2013 -2015”, hecho por Planeación Nacional, Fedesarrollo y la Fundación Ideas para la Paz, documento cuyo contenido y conclusiones no solo son reveladores, sino que preocupan profundamente, pues llevamos ya más de 40 años sufriendo el flagelo del narcotráfico, luchando contra él y cada vez es más palpable que los combates llevados a cabo han sido y siguen siendo infructuosos.
El estudio resalta que pese a la experiencia que se ha acumulado a lo largo de décadas, hay mucha dispersión del esfuerzo estatal, programas que se diseñaron pero no se ejecutaron, centralización de recursos y proyectos, baja especialización de las entidades encargadas de tales labores, atomización de programas, es decir, que las cosas no han funcionado pese a haberse invertido entre 2013 y 2015 un billón de pesos por año, pues seguimos en una situación semejante a la que había a finales de los años noventa del siglo pasado, cuando se llevaron a cabo los paros cocaleros. En resumen, el asunto es grave y no se ve luz al final del túnel, pues el área dedicada a los cultivos ilícitos ha aumentado en unas 30.000 hectáreas.
Aterra que más de 40 años después de haber empezado la lucha contra los cultivos ilícitos, pese a haber sufrido el país tanto durante dicho lapso e invertido tanto dinero en ello, el Ministro de Defensa manifestara en días pasados que es necesario “fortalecer las capacidades institucionales y focalizar los esfuerzos”.
Es decir, que durante casi medio siglo de lucha contra tal flagelo solo hemos hecho “ saludos a la bandera” y el eje de tal desastre sigue siendo la ausencia del Estado en la periferia nacional. O sea, hemos gastado no se sabe cuántos billones de pesos en casi medio siglo y no hemos logrado avanzar. ¿Por qué? Porque nuestro Estado siempre ha apuntado a objetivos equivocados.
Mientras no haya presencia del Estado en la periferia del territorio, no se hagan allí carreteras, no se dedique dinero a educación, salud, modelos productivos, etc., seguiremos en “medio de la nada”.
Hemos cometido gran número de pecados en la táctica y la estrategia de la lucha contra los cultivos ilícitos y seguimos, tozudamente, cometiendo reiteradamente pecados mortales.