La preocupante realidad de las megaobras en Santander
Esta semana se conocieron los resultados de la veeduría ciudadana de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, iniciativa que de forma valiente y en beneficio de la ciudad, hace seguimiento a las llamadas megaobras que se construyen en el departamento, para mirar su ejecución. Según reveló Juan Camilo Beltrán, presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, la mayoría de las megaobras que se construyen en el departamento registran algún tipo de retraso, tienen adiciones en tiempo y dinero o están suspendidas. Y para terminarlas se requieren cerca de $1,5 billones.
Es evidente que la falta de planeación, la incompetencia de muchos de los contratistas y el favorecimiento de los intereses políticos por encima de los ciudadanos se han convertido en un drama para los santandereanos.
Hay casos verdaderamente preocupantes como el acueducto de la Mesa de Los Santos, que tras una inversión de más de $22 mil millones, aún no es claro si en verdad llevara una solución a una zona que por décadas ha sufrido por la falta de agua o si, por el contrario, se convertirá en uno más de estos “elefantes blancos” que constituyen el mayor símbolo de la corrupción, la ineptitud y la impunidad, no solo en Santander, sino en el todo el país.
En el departamento hay casos dramáticos como lo ocurrido con la represa La Batanera, donde tras $9.300 millones de inversión es absolutamente inservible.
La falta de estudios previos completos, de idoneidad de los contratistas, la pasividad de las interventorías (¿o complicidad?), la falta de continuidad de los proyectos entre una administración y otra, entre otros factores, se han convertido en constantes de la contratación pública en la región.
Pero hay una pieza esencial para poder poner fin a esta situación y es desenmascarar a quienes están detrás de estas obras inconclusas. ¿Quiénes son estos contratistas? ¿Han incumplido en otros proyectos? ¿Por qué vuelven a contratar si incumplieron? ¿Qué relación tienen con los gobernantes?
Son las entidades de control quienes tienen la palabra para que los santandereanos no tengamos que seguir viviendo la misma historia.
Ahora necesitamos que frente al nuevo gobierno exista una gestión efectiva de recursos para poder sacar adelante estos proyectos que tanto necesita nuestra región.