Fiscal debe medirse si no quiere desgastar su concepto de justicia
En los tres años que Eduardo Montealegre lleva al frente de la Fiscalía General de la Nación ha ido sumando enfrentamientos verbales y jurídicos con diferentes personalidades del país, como con el expresidente Álvaro Uribe, el procurador Alejandro Ordóñez y la excontralora Sandra Morelli.
Pero los cruces de Montealegre no sólo se han limitado a las decisiones en el ente de control al momento de las investigaciones de tipo jurídico, sino también a la hora de asumir las duras críticas por los millonarios contratos que suscribió la Fiscalía con asesores externos, por cerca de $10 mil millones; como por su apoyo incondicional al proceso de Paz que se adelanta en La Habana, Cuba.
Además, en los últimos dos meses la gestión de Montealegre ha sido examinada con detalle por sus más férreos opositores, debido a la polémica que generaron los contratos con Natalia Springer y su firma; además de la decisión de pedir a la Corte Suprema de Justicia y la comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, para que se investigue a Uribe Vélez por la masacre de El Aro.
Son precisamente con Álvaro Uribe y el Centro Democrático sus principales disputas, donde ha tenido que sortear momentos clave por sus declaraciones, especialmente las suscitadas en el último mes, donde resaltó que el exmandatario podría ser juzgado por el Tribunal Especial de Paz, que aún se discute en La Habana, por los hechos de aquella masacre cuando fue gobernador de Antioquia en 1997.
Pero a Montealegre no le bastó con entregar estas declaraciones sino que compulsó copias a la Corte Suprema de Justicia y a la Comisión de Acusaciones, para que estudien la posibilidad de investigar a Uribe por la masacre.
Frente a este episodio, el consultor político y profesor de la cátedra de Gobierno de la Universidad Externado, Jairo Libreros, manifestó que cuando las discusiones están sustentadas en hechos jurídicos el Fiscal debe tener un poco de mesura.
“En el caso de Álvaro Uribe, el fiscal Montealegre hizo un ejercicio de populismo mediático, en el sentido de que trató de subirle la espuma a una situación, que se debió manejar más discretamente, y que debe ser la Corte Suprema la que decida si se investiga al exsenador. Pero lo presentó en un ambiente político, que en vez de resaltar la importancia del acto, buscó generar polémica alrededor de la figura de Uribe Vélez”, señaló Libreros.
De igual forma, el abogado especialista en Derecho Penal y Profesor de la universidad del Rosario, Francisco Bernate, señaló que la polémica entre el fiscal y Álvaro Uribe no ha sido manejada de la mejor manera.
“Las declaraciones de Montealegre han sido desmedidas, la situación de Álvaro Uribe no ha sido bien manejada por parte del Fiscal, desde que empezó a indicar que el expresidente podría ser juzgado por el Tribunal Especial de Paz”, indicó Bernate.
Contrario a la posición de los catedráticos, el también abogado y columnista Ramiro Bejarano defendió la labor de Montealegre, al afirmar que “ha cumplido su deber constitucional de mantener informado al pueblo colombiano de las disposiciones de la Fiscalía General”.
EL CASO MORELLI
La disputa entre la excontralora Sandra Morelli y Montealegre empezó desde que asumió la dirección de la Fiscalía, la cual se desató por el contrato de arrendamiento del edificio que la exfuncionaria usó como sede de la Contraloría y unos presuntos pagos irregulares de SaludCoop, que habría recibido el funcionario como abogado.
Los analistas resaltan frente a este proceso que el fiscal fue reactivo y respondió ante las acusaciones de Morelli con la investigación por el edificio en el occidente de Bogotá. “Cuando se siente aludido tiende a responder”, señaló Bernate.
Aquí, nuevamente Bejarano defendió la labor del Fiscal y manifestó que Morelli fue quien “hizo un uso indebido de los medios ”, porque “Montealegre no ha hecho declaraciones últimamente sobre ella”.
EL PROCURADOR
Las pelas con el Procurador están fundadas específicamente en las discrepancias que tienen sobre el actual proceso de paz, pues mientras Ordóñez está en contra de la forma como se están adelantando los acuerdos en la mesa, Montealegre defiende cada punto que se discute.
Ramiro Bejarano aseguró que la gestión de Montealegre desde la Fiscalía es la que ha mantenido viva la negociación, “porque con Uribe y el Procurador en contra, ya habría terminado”.
Entre tanto, Jairo Libreros aseguró que “contra Montealegre se han generado muchas críticas por parte de los sectores más conservadores, y tal vez él, en su afán de no dejarse criticar, ha dejado invadir sus declaraciones por el populismo mediático”.
EL BALANCE
Jairo Librero: “La afectación en materia de justicia corre por cuenta de la credibilidad, cuando tenemos un fiscal que ‘casa’ en diferentes escenarios controversias, peleas y discusiones, todas ellas durante su administración, desgasta el concepto de justicia, en cuanto a la percepción que tienen los colombianos, sobre la verdadera labor que debe ejercer la justicia”.
Ramiro Bejarano: “Con las declaraciones no se afecta la administración de justicia, es su labor como fiscal”.
Francisco Bernate: “La gestión de Montealegre en cuestión de justicia ha sido buena, pero debe medir sus declaraciones”.