Coaliciones en época de elecciones: ¿Al mejor postor?
Pese a que en el papel las alianzas entre diferentes partidos con miras a apoyar a un candidato se hacen porque se encuentran puntos en común en planes de gobierno y supuestos ideológicos, en la práctica las motivaciones serían otras.
Solo en Bucaramanga, en lo corrido de la campaña, los denominados partidos alternativos han estado en el ojo del huracán por cuenta de las coaliciones que han entablado y la manera en la que las estarían llevando a cabo.
Tanto en el Polo Democrático como la Asi, el Mais y Alianza Verde (los casos que han sido ventilados hasta ahora) sus militantes o han reconocido o han dejado en evidencia que los acuerdos con grandes colectividades o ‘clanes de poder’ en Santander, más que un componente programático, han tenido como telón de fondo cálculos electorales y financieros.
“Las alianzas programáticas solo tienen de programáticas el nombre, no hay forma de explicar cómo movimientos alternativos terminan unidos con partidos tradicionales, con los que según sus propios estatutos no tienen nada en común”, explicó al respecto Julio Acelas, analista.
Y agregó: “aquí lo que terminan predominando son las transacciones materiales. En algunos casos las cúpulas se quedan con la mayor parte de las ganancias y por eso las bases, que son los candidatos a concejos y asambleas, terminan buscando su manera propia de hacer una transacción que los beneficie”.
Con esa posición coincide el politólogo Gerardo Martínez, quien además señaló que el segundo factor que termina siendo determinante es el de los réditos electorales.
“Aquí pesan las sumatorias sobre arrastres electorales y apoyos mutuos que terminan atrayendo votos. Los movimientos alternativos no se han detenido a mirar qué representan los partidos o grupos con los que están haciendo alianzas, solo examinan si les pueden traer un beneficio electoral con miras a cobrar la reposición de votos”, precisó.
Martínez también indicó:“¿Cómo se explica qué tienen en común La U con el Mais, o los liberales con los Verdes, la ASI de Mockus con Aguilar? Es evidente que lo programático no es lo que está pesando”.
Aunque el mal no es generalizado y en varias de las corrientes existen candidatos que terminan marginándose de cualquier transacción, los analistas, explicaron que “las mayorías se están comportando así y eso obedece a que la mecánica electoral está planteada de manera tal que lo importante termina siendo el beneficio propio del candidato”.
“Hay ríos de dinero”
En medio de ese panorama, se conocieron denuncias sobre grupos políticos que estarían aprovechando su potencial económico para propiciar la desbandada en las listas de los partidos más pequeños en la contienda.
“Si uno tuviese que identificar a un sector político que está estimulando esa manera de hacer política, lo puede llamar con nombre propio, se trata de los Alvernia, que con su músculo financiero y a través de transacciones materiales están moviendo las bases de los partidos”, aseguró Acelas.
El analista, además, denunció que a través de la campaña de Jhan Carlos Alvernia, quien es el candidato del Partido de La U a la Alcaldía de Bucaramanga, se estarían “moviendo ríos de dinero que son pagados tanto en efectivo como representandos en publicidad”.
Al respecto, Jhonny Alvernia, jefe de la campaña de Jhan Carlos, aseguró: “Lo que se debe mirar es lo que está pasando, si hay candidatos al Concejo que no obedecen los designios de los partidos es porque algo raro debe suceder. Suena muy curioso que cada vez que un candidato a los concejos decide adherirse a una campaña a la Alcaldía, salgan que decir que los compraron. Esas son informaciones erradas”.
Alvernia, quien es hermano del actual candidato a la Alcaldía de Bucaramanga, negó además los señalamientos:: “jamás nuestra campaña, que es de una suma de empresarios con unos recursos limitados, ha ofrecido dineros, o es que entonces las alianzas a las demás candidaturas han sido pagadas. Si esto está sucediendo es porque hay algo mal con los partidos de los que se están alejando los candidatos y de eso no somos responsables”.