Un muerto y un desaparecido, tras la creciente de quebrada en Girón
Lo que era una fiesta de despedida entre amigos terminó en tragedia. Un joven de 19 años, identificado como Jeferson Julián Ardila Ríos, perdió la vida cuando el vehículo en el que viajaba fue arrastrado por las aguas de una quebrada que desemboca al río de Oro en Girón. Una de las amigas que lo acompañaba, de 15 años, llamada Lisbeth Dayanna Laverde, se encuentra desaparecida.
El lamentable hecho se presentó a las 4:30 de la madrugada de ayer. Las víctimas junto a cuatro amigos más le pidieron a un taxista que los llevara hasta sus casas después de la celebración.
Cuando el vehículo de placas XVL-016 transitaba por la carrera 23 con calle 30, cerca de un canal situado a pocos metros del puente Lenguerke, en inmediaciones de la plaza de mercado de este municipio, notaron que el cauce del río había crecido.
Según contaron los sobrevivientes a sus familiares, le pidieron al conductor que no pasara por allí, pero éste no les hizo caso y siguió el recorrido. Creyó que podía superar la corriente, pero el motor del vehículo amarillo se apagó.
Las aguas arrastraron al taxi hasta el malecón, pero Ardila Ríos y Laverde no pudieron alcanzar la orilla. El joven se ahogó en el sitio del accidente, tras quedar atrapado entre las latas del carro, y su amiga fue empujada por las aguas del afluente sin dejar rastro.
Unidades del Cuerpo de Bomberos, de la Defensa Civil y de la Policía fueron las encargadas de sacar el cuerpo de Ardila Ríos. Al cierre de esta edición aún no se conocía el paradero de la joven de 15 años, estudiante de décimo grado.
Más emergencias EN GIRÓN
De acuerdo con Freddy Lupo, coordinador operativo de la Defensa Civil de este municipio, al igual que el viernes pasado, Brisas de Río Frío, Los Bambúes, La Inmaculada, Asentamiento El Carmen y la Plaza de Mercado El Poblado, fueron algunos de los sectores que nuevamente se vieron perjudicados por las precipitaciones y el aumento del caudal del río.
De igual forma, se registró el colapso de un muro en el Sagrado Corazón y afectaciones en Villa Sandra y Brisas del Río. Una buena parte de la escuela del barrio La Esmeralda, de este municipio, también fue destruida, esta vez por el deslizamiento de un talud.
BUCARAMANGA
Desplome en el barrio Los Ángeles
El deterioro de la vía de acceso al barrio Los Ángeles y la inestabilidad de los taludes, además de la acción erosiva de las lluvias, generaron un gigantesco derrumbe en este sector, situado sobre la vía a Matanza. La emergencia, ocurrida a las 6:40 a.m. de ayer, hizo que un automotor que intentaba pasar por un desnivel que había en la vía se volcara.
Según Pedro Mora, vocero de esta comunidad, la situación afectó a cerca de cuatro casas del lugar. De manera adicional, un muro de la escuela amaga con venirse al piso.
Tras remover los escombros, las autoridades de Tránsito habilitaron la vía para el tráfico de vehículos. Sin embargo, la comunidad cree que es preciso tomar correctivos, “pues con cada lluvia nuestras vidas y nuestras viviendas penden de un hilo”.
Floridablanca
En el sector de Vericute
Varias familias resultaron afectadas ayer luego de que las intensas lluvias provocaran el desbordamiento del afluente que bordea el sector de Vericute, en el municipio de Floridablanca. Lodo y piedras ‘inundaron’ vías, casas y negocios. Al cierre de esta edición, las autoridades de Floridablanca no habían emitido una parte técnico sobre esta emergencia.
La fatídica lluvia de las 14 horas seguidas
EUCLIDES ARDILA RUEDA
eardila@vanguardia.com
La tragedia enmudeció a los habitantes de Bucaramanga, de sus vecinos municipios del área metropolitana y de otras 22 localidades del Departamento.
En ese entonces llovió durante 14 horas seguidas, en lo que fuera considerado como el ‘diluvio de los tiempos modernos’. Ocurrió hace ocho años. El singular fenómeno natural sucedió, de manera más exacta, un sábado 12 de febrero.
En ese entonces cayó toda el agua que históricamente arreciaba en los meses de febrero y marzo juntos. Las bravas aguas del río de Oro se desbordaron y arrasaron con 5 mil casas y dejaron 30 mil damnificados.
Los datos oficiales confirmaron, en dicha época, que murieron 54 personas y que 108 más sufrieron heridas de consideración. Sin embargo, el número exacto de víctimas jamás se sabrá.
Ocho años después, muchas de las personas afectadas con el invierno, todavía viven hacinadas en los improvisados albergues que habilitó el Gobierno. El drama se siente de igual forma en los 23 barrios de la escarpa de Bucaramanga, que resultaron afectados con los deslizamientos de tierra que provocó la fuerte lluvia de aquel 12 de febrero.
“Ahora cada vez que cae una gota de lluvia, sobre todo en aguaceros como los de la madrugada de ayer, nos persignamos y nos encomendamos al Altísimo para que la tragedia no nos vuelva a golpear”, revela Mario Gómez, uno de los damnificados.
Récord histórico de lluvias
1 La lluvia del 12 de febrero de 2005 sigue siendo la más fuerte en toda la historia de Santander. Alcanzó la cifra de 133,5 milímetros. El fenómeno natural provocó la avalancha del río de Oro y dejó un balance trágico de 54 personas muertas.
2 En este rango se ubica la lluvia que azotó a Santander el 28 de enero de 1998. En esa oportunidad, la medición de una de las estaciones del Ideam alcanzó los 129.5 milímetros.
3 Al menos 128,5 milímetros de agua por centímetro cayeron durante la noche del jueves 7 y la madrugada del viernes 8 de febrero pasado en Piedecuesta, según el informe del Ideam.
4 Otra lluvia intensa en la historia del área metropolitana ocurrió el 23 de abril de 1986, justo cuando se llegó a 113 milímetros.
5 El 3 de abril de 1995, Bucaramanga soportó un aguacero que bordeó la cifra de 112 milímetros. Serias inundaciones y varios derrumbes se registraron tras el fenómeno natural.