Santander, el departamento más vulnerable
Y, de manera paradójica, el tema del calor en el área metropolitana de Bucaramanga y en general en todo el Departamento también ha sido inclemente. De hecho, durante enero y febrero, los incendios forestales consumieron 1.200 hectáreas de áreas verdes e incluso de algunas zonas urbanas.
El balance, que da cuenta de la fragilidad y de lo vulnerable de nuestra región en materia de desastres, no puede más desalentador: cuatro personas muertas por acción de las borrascas, 350 viviendas afectadas por las inundaciones y otras 25 más arrasadas por efecto del fuego voraz que se ha desatado en sitios de escarpa y de laderas.
Lo anterior sin contar que tras las lluvias referenciadas, gran parte de Santander fue epicentro de considerables deslizamientos de tierra que bloquearon algunas vías regionales y veredales.
Lo más grave del asunto es que, al menos en pronósticos meteorológicos del Ideam, “lo peor está por venir”.
La verdad es que Bucaramanga y su área metropolitana conforman una especie de ‘caldo de cultivo’ en el que se unen las fallas sísmicas, la erosión, las temporadas invernales y la falta de conciencia y preparación de la comunidad para atender una emergencia.
De allí la importancia de contar con el análisis, aporte y en especial la atención de todos los organismos y autoridades locales, regionales y nacionales, aseguró Carlos Iván Márquez Pérez, director Nacional de Gestión del Riesgo del Ministerio del Interior y de Justicia.
Y aunque él le apuesta a la prevención para que la radiografía cambie; es consciente de Santander es hoy día “el Departamento de Colombia más afectado en el neurálgico tema de los desastres”.
De hecho, las constantes visitas de Márquez Pérez a Santander, que lo ha tenido en nuestro Departamento en más de seis ocasiones en menos de dos meses, revela el fuerte impacto que ha tenido el clima en nuestra tierra.
De manera precisa, él estuvo ayer otra vez en Bucaramanga liderando las acciones de atención a la comunidad afectada por las lluvias de febrero en municipios como Girón, Piedecuesta, Floridablanca y Bucaramanga. Incluso estuvo al frente de una interesante campaña de prevención de atención de desastres, dirigida a los niños, en el Parque del Agua.En lo que va corrido de 2013, de manera literal, ha caído una que otra lluvia; sin embargo, se podría decir que en materia de estragos “ya estamos con el agua hasta el cuello”.
Y, paradójicamente, el tema del calor en el área metropolitana de Bucaramanga y en todo el Departamento también ha sido inclemente. De hecho, durante enero y febrero pasados, los incendios forestales consumieron 1.200 hectáreas de áreas verdes e incluso de algunas zonas urbanas.
El balance, que da cuenta de la ‘fragilidad’ o de lo vulnerable de nuestra región en materia de desastres, no puede ser más desalentador: cuatro personas muertas por acción de las borrascas, 350 viviendas afectadas por las inundaciones y otras 25 más arrasadas por efecto del fuego voraz que se ha desatado sobre las escarpas.
Lo anterior sin contar que, tras las lluvias referenciadas, gran parte de Santander fue epicentro de considerables deslizamientos de tierra que bloquearon algunas vías regionales y veredales.
Lo más grave del asunto es que, al menos en los pronósticos meteorológicos del Ideam para nuestra región, se advierte que “lo peor está por venir”.
La verdad es que Bucaramanga y su área metropolitana conforman una especie de ‘caldo de cultivo’ en el que se unen las fallas sísmicas, la erosión, las temporadas invernales y la falta de conciencia y de preparación de la comunidad para atender una emergencia.
De allí la importancia de contar con el análisis, el aporte y en especial la atención de todos los organismos y autoridades locales, regionales y nacionales, aseguró Carlos Iván Márquez Pérez, director Nacional de Gestión del Riesgo, adscrito al Ministerio del Interior y de Justicia.
Y aunque él le apuesta a la prevención para que esta radiografía cambie; también es consciente de que Santander es hoy “el Departamento de Colombia más afectado con el neurálgico tema de los desastres”.
Es por ello que, Márquez Pérez ha liderado sendas reuniones extraordinarias en Bucaramanga en menos de dos meses: “todo ha obedecido al fuerte impacto que ha tenido el clima en esta parte oriental de Colombia”.
Justo ayer estuvo otra vez en nuestro Municipio, en esta ocasión, liderando acciones de atención a la comunidad afectada por las lluvias de febrero pasado en municipios como: Girón, Piedecuesta, Floridablanca y Bucaramanga. Incluso estuvo al frente de una interesante campaña lúdica de prevención, dirigida a los niños, en el Parque del Agua.
Trabajo en equipo
Pese a las desalentadoras noticias, argumentó que el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, en lo que tiene que ver con Santander, se encuentra trabajando de manera articulada con los gobiernos locales en la implementación de planes de contingencia.
“Santander estará en capacidad de demostrarles al país y a todas las autoridades que es un departamento piloto en cuanto a capacitación de personal de socorro, así como en el trabajo coordinado con entidades como Bomberos, Defensa Civil, Cruz Roja, el Sistema de Salud Regional, la Policía y el Ejército, para estar listos ante una emergencia”, señaló.
Añadió que, “durante las pasadas emergencias no se paró de trabajar en la asistencia de la gente; y lo seguimos haciendo: se evacuaron docenas de familias en el municipio de Girón, previniendo cualquier situación por las insusitadas crecientes del Río de Oro, que cruza por la zona”.
En Piedecuesta, donde resultaron afectadas 20 casas luego del colapso de algunas redes públicas y de varios deslizamientos, reveló que los organismos pertenecientes al Sistema de Riesgo trabajan en la ayuda a las víctimas.
Aseguró que, trabaja en el fortalecimiento del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres en nuestra región y, por supuesto, actúa de manera mancomunada con las entidades encargadas de la gestión del riesgo de los municipios afectados.
Destacó, además, los compromisos de los alcaldes, a través de los coordinadores regionales y locales de Prevención y Atención de Desastres, quienes son las personas encargadas de asistir a la gente en las emergencias, en unión con los organismos de socorro y las comunidades; y de realizar la labor de prevención que se ha venido haciendo, lo cual ha permitido que la afectación por el clima este año no hubiese sido peor.
El Director de Gestión del Riesgo dijo que, lo más imporante por ahora, es prepararnos para la época de pleno rigor del invierno que, según el Ideam, comenzará a finales de este mes.
Precisó que: “la emergencia climática que vive Santander nos obliga a revisar, ahora que se aproxima abril, el llamado mes de las lluvias”.
“La temporada que se avecina podría ser muy destructora, sobre todo si la población no asume medidas preventivas. Les hago un llamado a las autoridades y en general a los santandereanos para que trabajen en la prevención y disminuyan así los estragos que podrían causar las borrascas”, puntualizó.
¡Denuncie a los avivatos!
Carlos Iván Márquez Pérez, director Nacional de Gestión del Riesgo, también denunció que: “personas oportunistas le quieren sacar provecho a la difícil situación por la que atraviesan las docenas de damnificados que han dejado los aguaceros en el área metropolitana de la capital santandereana”.
“No podemos permitir que esos avivatos se infiltren en las áreas de riesgo e incluso en las ruinas de las viviendas afectadas por las lluvias, con el único propósito de proveerse de las ayudas que les son entregadas por los organismos de socorro”, advirtió el alto funcionario.
Recordó que, tras las aprobaciones de los subsidios de arriendo a las familias damnificadas, “muchos pretenden hacerse pasar como víctimas del invierno, cuando realmente no lo son”.
Como representante de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, él alertó a la misma comunidad para que le ponga ‘freno’ a la ‘avalancha’ de personas que llegan, provenientes de otros lugares, con la equivocada expectativa de conseguir beneficios del Estado.
De manera adicional, instó a las autoridades a establecer censos y rígidos controles en esta materia, “pues la presencia de falsos damnificados agrava los serios problemas que nos dejan las lluvias o los incendios forestales”.
Factores de riesgo en el área metropolitana
1 Las fallas sísmicas que afectan a nuestro Municipio: la de Santa Marta, la del Río Suárez y la de Bucaramanga.
2 Cercanía con el Nido Sísmico de La Mesa de Los Santos.
3 Erosión en la escarpa, que propicia deslizamientos.
4 Las fuertes temporadas invernales que favorecen el desbordamiento de los ríos.
5 Falta de capacitación y preparación de la ciudadanía en general para atender.
Biografía
Carlos Iván Márquez Pérez
Cargo: Director Nacional de Gestión del Riesgo, adscrito al Ministerio del Interior y de Justicia.
Natural de: Durania, Norte de Santander.
Formación profesional: Es administrador de empresas, de la Universidad 'Francisco de Paula Santander'; y especialista en Gerencia Financiera, de la Corporación Universitaria de Santander.
Otros estudios: Es especialista en Derecho Internacional Humanitario, Socorro y Desastres, de la Federa-ción Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. De su experiencia académica se valora su labor como ponente de la Cátedra 'Von Humboldt', de la Universidad 'Jorge Tadeo Lozano'; Catedrático de la Especialización en Gerencia de Prevención y Atención de Desastres, de la Universidad Tecnológica de Pereira; Catedrático de Diplomado en Gestión del Riesgo de Desastres, de la ESAP, de Bogotá, y del postgrado y pregado de la Universidad de Cúcuta.
Trayectoria: Desde 2002 fungía como Director General de Socorro Nacional de la Cruz Roja Colombiana, entidad en la cual ha desarrollado gran parte de su quehacer pro-fesional; también fue Director Nacional de Socorrismo.
Durante 1996 y 1997 se desempeñó como Jefe Nacional de Apoyo Emergencias de la Dirección Nacional de Prevención y Atención de Desastres del Ministerio del Interior y de Justicia.
En su tierra natal, durante 16 años fue Director Ejecutivo de la Cruz Roja, Seccional Norte de Santander. De igual forma, se desempeñó como Team Leader de la Cruz Roja Colombiana en las misiones de desastres en Perú, Haití, Chile, Argentina, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, México, Italia y Etiopía.
Reconocimiento: Recibió la Gran Distinción al Mérito, conferida por el Presidente de la República, por su valentía ofrecida a favor de los afectados del terremoto que azotó a la República de Haití, hace poco más de tres años.