El Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud de Santander revela que los casos de VIH-Sida en San Gil pasaron de 2 a 12 entre 2017 y 2018. Las autoridades locales de Salud explican la situación.
El reporte en mención registra datos consolidados hasta la semana epidemiológica 36, comprendida entre el 2 y 8 de septiembre del año en curso.
“Entre las enfermedades de transmisión sexual están también la sífilis congénita, gestacional y hepatitis, que se han mantenido en la misma proporción que el año anterior, sin embargo, para el caso del VIH-Sida creemos que no ha aumentado la transmisión, sino la detección”, aseguró Deinna Julieth Castro Figueroa, enfermera de vigilancia en Salud Pública de la Subsecretaría de Salud municipal.
La prueba del VIH es voluntaria y puede ser solicitada en la EPS donde estén afiliados. Por estadísticas se cree que por cada caso detectado hay siete que no se captan.
“El aumento de los casos es muy probable que haya ocurrido porque ha crecido la promoción del examen y la gente ahora accede más al mismo, a diferencia del año anterior que no ocurría eso. También es clave que se entienda que ese incremento con relación a la cantidad de población en el municipio muestra una incidencia menor a lo que nos podría activar una alerta”, agregó la funcionaria de Salud Pública.
Y argumenta que la relación de la afectación del VIH-Sida en el municipio muestra que las personas jóvenes han sido las más afectadas, al igual que el sexo masculino que registra 10 de los 12 casos por temas conexos a la homosexualidad y bisexualidad.
Riesgos relacionados y acciones preventivas
Con base en el aumento registrado en el departamento, relacionado a la sífilis gestacional y congénita, en la Subsecretaría de Salud local dicen que por ser un problema de salud pública, hay riesgos de que éstas puedan afectar a San Gil.
“Ante las enfermedades de transmisión sexual trabajamos en la promoción y prevención, mediante la educación continua a toda la comunidad, especialmente en el buen uso del condón, precauciones e importancia de tener relaciones monógamas, además de la realización del examen si se tiene relaciones de riesgo”, argumentó la enfermera Castro Figueroa.