Al respecto, Luz Élida Rangel, habitante de Mogotes, indicó a Vanguardia.com que desde hace cerca de un año es evidente el deterioro en el techo de la Parroquia de Santa Bárbara, la principal de ese municipio ubicado en la provincia de Guanentá. "Lleva mucho tiempo sin arreglarse, ya empezó a caerse a pedazos. Hace cerca de un año se cayó un pedazo grande, pero ya arreglaron esa parte".
Además, la mujer aseguró que la comunidad teme que algún día se desplome el techo y genere alguna tragedia en el templo que es visitado especialmente los domingos por los habitantes del casco urbano y zonas rurales. "Puede ser un riesgo para quienes vivimos en Mogotes y los visitantes, incluso pusieron una cinta para que la gente no se acerque a un sector".
Igualmente, Rangel indicó que los asistentes a ese templo han realizado actividades como bazares para reunir fondos con la idea de realizar el mantenimiento a la infraestructura. "La gente de Mogotes es bastante creyente, hemos sido solidarios, pero se necesitan más recursos porque el techo es muy amplio".
"No amenaza ruina ni peligro para las personas"
Entre tanto, el personero de Mogotes, Rafael Arturo Martínez Mejía, confirmó a Vanguardia.com que la iglesia requiere una reparación urgente, aunque no represente un mayor riesgo para los católicos. “Ya se iniciaron algunos trabajos de reparación. Al parecer, solo se intervendrá el cielo raso, porque la cubierta está en buen estado”.
Asimismo, el funcionario explicó que el techo está elaborado con guadua y cielo raso, compuesto por caña brava y pañete, que es una mezcla de ceniza y tierra amarilla. “Es muy artesanal y autóctono de Santander. Se está cayendo el recubrimiento que está debajo de la caña brava”.
En cuanto al área afectada, el Personero de Mogotes precisó que la zona más deteriorada se encuentra en en el ala lateral izquierda de la edificación. “Lo demás está viejo y se debe reparar. Sin embargo, no significa una amenaza de ruina ni peligro para las personas”.
Finalmente, Martínez destacó la colaboración de la comunidad a través de las actividades con las que se recaudó dinero para adelantar algunas obras. “Se requieren cerca de $200 millones para hacer los arreglos más inmediatos. Por ser un bien privado y responsabilidad de la Iglesia Católica, a cualquier entidad pública le es imposible hacer algún tipo de inversión con arcas del Estado”.