Ahí va ese “viche”. No con “b” de biche que se refiere al que madura antes de, sino “vi” “che” de viejito chévere. Es esa persona que a pesar de los años vive la vida apasionadamente. Y eso no quiere decir que se vuelva adicto a las cirugías ni que se vista como si tuviera 30 años. Nada de eso. Tampoco es el “viejito verde” ni la “cuchibarbie”. Son personas que no luchan con el paso de los años sino que al contrario viven cada segundo con la mejor actitud. Tampoco se quedan en frases como “todo tiempo pasado fue mejor” ni se quedan relagados a la tecnología.
Seguro habrá encontrado a su paso personas de edad avanzada que no dejan de reír, que le ponen sabor a la vida y que a todo le encuentran el lado amable. Tal y como se ve en algunos mensajes en redes sociales que resumen su forma de asumir el paso de los años: “Hoy me levanté y me sonaron las rodillas, los brazos, el cuello. Y entendí que no estaba viejo, lo que estoy es crocante”.
¿temor a la vejez?
Más que a la vejez le temen a todo lo que asocian con ello. Explica el coach Leonel Vidal que “muchas personas temen no a la vejez, sino lo que suponen –erróneamente– que implica la vejez: enfermedad, soledad, tristeza, cercanía de la muerte, entre otras. Si lo analizamos un poco, descubrimos que esas situaciones son similares a las que puede vivir una persona joven. Luego, este temor parte de una falta de conocer y evaluar el desarrollo de la vida”.
Por su parte, agrega el psicólogo Freddy Cristancho, “el comenzar a sentir y ver cambios en el organismo, la apariencia, la vitalidad, además de deficiencias en la salud, son elementos que les dan a las personas el indicio de que se está llegando a una etapa donde comienza para todos los seres humanos una nueva vida, un nuevo reto. Otras personas se resisten a aceptar los cambios que se presentan a medida que avanza la edad y huyen de esto a costa de lo que sea. Estas situaciones pueden afectar la realidad mental y estacionarlos en una etapa más juvenil llegando a atentar física y mentalmente contra la salud probando cuanto remedio, ungüento o cirugía exista para retardar el paso del tiempo”.
Leonel Vidal
Coach de vida y empresarial
Es muy afortunada aquella persona que “descubre” que debe cuidar desde joven su salud física y mental. Las recomendaciones de siempre se mantienen vigentes: hacer ejercicio físico adecuado a la edad, alimentación balanceada, chequeo médico, mantenerse activos, aprender cosas nuevas a cualquier edad, descubrir nuevas aficiones, hacer ejercicio mental como practicar acertijos y jugar sudoku y otros entretenimientos similares mantienen el cerebro activo y a las neuronas trabajando. Asumir la vejez de buena manera es cuestión de actitud. A veces creemos que con el paso de los años las personas se vuelven malgeniadas por naturaleza, y no es necesariamente así si entendemos que se trata de una etapa de la vida que se puede disfrutar si nos preparamos para ello. Por ejemplo, una afirmación muy repetida dice que “todo tiempo pasado fue mejor” y hace que las personas se queden añorando algo que ya no existe más y jamás volverá. Es mejor aprender a descubrir las cosas que hacen del ahora un mejor momento para vivir. El ahora es mejor porque es el único tiempo que podemos vivir.
Freddy Hernando Cristancho
Psicólogo social
¿Cuáles pueden ser las diferencias que lleven a una persona a asumir la vejez con la mejor actitud, contraria a otra? En el desarrollo de la vida las personas debemos acuñar a nuestra existencia el concepto de “calidad de vida”. Este concepto no hace referencia únicamente al dinero como el factor más importante para afrontar las etapas avanzadas de nuestras vidas. Algunas personas tienen todo el dinero del mundo y aún así su vida hace rato terminó; por el contrario, la calidad de vida se refiere al grado de felicidad que una persona posee, esto entre otras cosas es saber que se está rodeado de seres queridos, que los une un sentimiento. Es poder cumplir las metas propias y ayudar a cumplir las metas de los demás. Es entenderse parte activa de la familia, de la sociedad y no por el contrario un ser lleno de rencores, vacíos y profundas limitantes de la personalidad. La mejor manera de vivir la vida sin importar la edad, es vivirla plenamente, siendo útil a los demás, siendo feliz de lo que hace, siendo feliz con lo que lo rodea, y siendo dependiente de sí mismo. Con el atenuante que nunca se detendrá en soñar y en producir ideas que le completen su vida.
¿Qué características nos hacen viejos chéveres? ¿Cómo no confundirlo con viejito verde? Un viejito verde está estacionado en una etapa anterior de su vida, no ha evolucionado en su realidad y en sus pensamientos y al ver frustrados sus intentos románticos se ve obligado a pasar de la decencia a la vulgaridad, amparado en la idea de pretender estar con alguien menor. Así sus métodos no sean ortodoxos está alejado de la realidad de su edad o de su momento de vida. Por el contrario, un viejito chévere es aquel que reconoce su realidad y mantiene intacta su energía vital, ya que su relación con el entorno es ideal para sentir su vida a plenitud y busca elementos que sin recurrir en la vulgaridad lo hagan ver y sentir una persona joven.
Hay quienes le temen al paso de los años. Otros han asumido una actitud de admirar. Se consideran “viejitos chéveres” y se gozan la vida. La pregunta es: ¿en qué radica esa buena actitud y cómo no angustiarse ante la vejez?