Este martes los estudiantes del colegio Francisco de Paula Santander, ubicado en el barrio La Feria, retornarán a clases a una institución con deficiencias estructurales.
Entre padres y alumnos existe temor por el riesgo al que estaría expuesta la comunidad educativa, que acude a un inmueble que no recibe mantenimiento desde hace 40 años.
La alerta más reciente ocurrió en la medianoche del pasado jueves, cuando parte del muro de cerramiento de la institución colapsó debido a un aguacero. Solo se registraron pérdidas materiales.
La subsecretaria de Educación de Bucaramanga, Yasmín Pardo, explicó que, como plan de contingencia ante esta situación, se contratará vigilancia privada ante la caída de cerca de 20 metros de cerramiento.
“Estamos esperando un concepto de la oficina de Gestión del Riesgo para determinar si persiste el riesgo en la sede”, manifestó la funcionaria. Con dicha evaluación, iniciarán los trámites para buscar legalizar el predio e intervenirlo.
Por ahora, revisarán la posibilidad de levantar el cerramiento. “Se garantizará la normalidad académica en la institución”, concluyó.
No es el primer caso
El Colegio Francisco de Paula Santander, sede B, tiene más de 40 años de antigüedad.
Durante este tiempo no ha recibido intervención, por lo cual su infraestructura se ha deteriorado.
Goteras, inundaciones de los salones cuando llueve, sistema eléctrico expuesto y al alcance de los niños, son algunos de los problemas de este centro de enseñanza público.
Pero el que más generaba alerta en padres de familia y vecinos aledaños a la sede era el muro de cerramiento de la institución.
Hace más de nueve meses denunciaron ante la Alcaldía que dicho muro estaba a punto de colapsar. A pesar de esta alerta, los estudiantes seguían recibiendo clases en las aulas.
Hace un mes, después de reuniones de la institución con Secretaría de Educación y Gestión del Riesgo, las dos aulas más cercanas al muro fueron inhabilitadas, con el fin de reducir el riesgo de los estudiantes.
“El muro estaba inclinado hacia afuera. Nunca ha generado riesgo para la comunidad educativa”, manifestó Daniel Ojeda, rector de este plantel.
Sin embargo, para proteger a los estudiantes, la Secretaría de Educación no habilitó cupos en este plantel. El colegio quedaría evacuado desde finales de noviembre. La Alcaldía asegura que el predio donde está construida la sede no es de propiedad del Municipio. Por ello, no se pueden invertir recursos públicos.
