¡Ahora los pela’os dan ‘Concejo’ en Bucaramanga!
En la política los medios deben justificar el fin, pero la reflexión del escritor francés Albert Camus fue interpretada y ‘adecuada’ a conveniencia por decenas de colombianos, para usarla como herramienta efectiva en la consecución de poder, poder desaforado.
Poco o nada se piensa en el bien común que tanto pregonan desde los púlpitos quienes adornan sus palabras cual culebreros en andén de plaza -como debiera ser desde lo acordado en la Constitución Política- convirtiendo nuestra existencia en un embudo que se achica cada vez más.
Quizá eso le parecía a Danovis Lozano Jaimes. Tal vez sentía desde la humildad de su entorno que crecía del lado más delgado, apretado, pensando que aquello era lo más cercano al refrán: lo ancho pa’ ellos, lo angosto pa’ uno.
Ser el mayor del trío de muchachos que trajeron al mundo Wilson Lozano Gómez y Cecilia Jaimes Gualdrón lo llevó a convertirse en espectador en primera fila de la más popular forma de lucha del ciudadano de a pie: rebuscársela de sol a sol.
Esa puja, tanto para él como para miles de jóvenes latinoamericanos con un cuarto de siglo vivido, se ha transformado y lo hará aún más.
“Mi papá ha hecho de todo: ha sido comerciante, tendero, pesero (no como creía Lady -quien pensaba que alguien así alzaba pesas- sino rebanando reses en una carnicería); ahorita vende cosas que llegan...”. La faena diaria.
“Cuando nací vivíamos en Piedecuesta, pero el comercio y las obligaciones nos trajeron a Bucaramanga...”.
La ironía fue marcando el destino que los condujo a las fronteras de dos barrios que serían escenario teatral de su existencia: Comuneros y La Independencia.
Quién sabe cuántas veces entre el ir y venir del colegio pasó o escuchó en la distancia los reclamos aturdidores de los estudiantes de la UIS, guardando en su memoria aquellos sonidos de rebeldía: las papas bomba.
“Vivimos como a tres cuadras. Cuando terminé el colegio pensé que sería ingeniero, me presenté a Metalurgia en el 2012, pero me salí porque no era lo mío. Entonces me presenté en el Sena para Tecnología en Análisis y desarrollo de Sistemas de Información ¿?”. ¡Y eso con qué se come!
A los 18 años, con la cédula sin estrenar en las urnas, salió a una jornada que el Servicio Nacional de Aprendizaje tenía en una zona deprimida, una donde por las condiciones de vida de quienes lo habitan duele por el nombre: Nueva Colombia.
“Fui con la profesora Vivian Morales, la vi en acción hablando con la gente; a mí también se me hizo fácil ese ejercicio. Fue el momento en que dije: esto es lo mío; hablar con los demás, oír, tratar de ayudar. No lo pensé, regresé a la UIS a estudiar Trabajo Social”.
En esos 337.000 metros cuadrados por donde campean libertades de opinión y conceptos, ha pasado cuatro años escuchando sobre la problemática ético política del entorno.
Ha aprendido por esos pasillos con denominaciones de intelecto y rebeldía (José Antonio Galán, Luis Carlos Galán, Roberto Serpa Flórez, José A. Morales, Luis A.Calvo, Virginia Gutiérrez de Pineda, Federico Maritza Bayer, Álvaro Beltrán Pinzón, Camilo Torres...) que las metas cualesquiera que sean son alcanzables; con más verás en ese claustro donde germina la ciencia, la investigación y hasta la disparidad conceptual con el Estado.
Ahí se ha nutrido por ósmosis intelectual de aquel ambiente, ha conocido que la Política es la acción que se tiene con otras personas, que con ella se busca el acuerdo con los demás. No en vano, Aristóteles decía que la ciudad no se compone solo de cierto número de individuos; sino que los elementos que la forman son semejantes vengan de donde vinieren. Allí pasa igual con pobres, clase media y hasta ‘ricos’ que con recibos de estrato uno pagan matrícula.
Tenemos que actuar
“Trabajando con la gente he descubierto que no podemos esperar que se nos aparezcan superhéroes; alguna vez vi un video de Jaime Garzón y ahí estaba reflejado eso, nadie puede hacer nada por nosotros si no emprendemos camino”.
Tenía 5 años cuando el humorista fue asesinado, pero en el andar se ha nutrido de experiencias inspiradoras.
Al tiempo que estudiaba, pasaba horas trabajando en talleres de narración oral, porque “la cultura es la base de la transformación social.
Aprendí a contar cuentos, a ayudar a que las personas imaginen la vida. He participado en ‘EntreUIStados’ un programa donde contamos los problemas sociales y las cosas de manera creativa.
“Muchos vieron y oyeron que yo tenía un sueño, participar en los procesos de transformación social; siempre nos quejamos de lo que hacen los políticos, pero no intentamos nada. Escuché al congresista Fabián Díaz decir que el cambio requiere de gente nueva.
“Comenzamos con mensajes por redes con amigos, los papás de los amigos, y los amigos de los amigos. En Metrolínea, en los parques, hablando hasta con emboladores... esto fue cogiendo fuerza. ¡Sin una valla, sin afiches, sin comprar conciencias, sin plata!
“La UIS tuvo que ver muchísimo con esto porque esta es Bucaramanga. Las páginas de la universidad empezaron a mostrar todo”.
¡Y oh sorpresa! Por encima de lo presupuestado, aquel escuálido jovencito que llegaba a la U viajando en patineta, con una capa verde como símbolo del partido que lo respaldaba, se enteró poco a poco, después de las 4:00 de la tarde del 27 de octubre de 2019 que 6.085 personas le copiaron y le apostaron al cambio.
A partir de ese momento sintió que se abrió una caja de Pandora para la juventud.
“Detrás están los amigos de la Facultad de Derecho y los otros que hagan falta, porque las formas de lucha cambiaron. Aquí ahora no se trata de gritar, de confrontar a piedras. Vamos a pelear con ideas, con inteligencia, debatiendo. Vamos a hacer un ‘open goverment’ (gobierno abierto) cuatro años. Vamos a mostrar de qué hablan allá, cómo se hacen las cosas, quién va, quién no, quién se la gana suave, quién de verdad nos representa. A muchos se nos olvida incluso qué hacen los concejales. Los tiempos cambian, pero los tiranos siguen, por eso los vamos a visibilizar para que la gente sepa qué aprueban y qué no”.
Está convencido que las formas de hacer política e incluso de gobernar están migrando. A cinco años cree que habrá por lo menos una decena como él, en búsqueda de una transformación social más profunda.
“El trabajo marca el camino, podemos mostrarle a la gente por qué no se han podido muchas cosas. Cuando estemos ahí les diremos y dejaremos que ellos decidan también”.
El escritor español Fernando Savater le escribió a su hijo Amador sobre la política: La vida de cada ser humano es irrepetible e insustituible, con cualquiera de nosotros, por humilde que sea, nace una aventura cuya dignidad estriba en que nadie podrá volver a vivirla nunca igual.
...Eso pasa con Danovis.
Texto: Helman Villamizar Daza
Video: Milton Velosa
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Comunicador social - periodista egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Se unió al equipo de Vanguardia el 1 de febrero de 1989 para la Página Nacional, continuó en la Página Local y fue editor nocturno durante 5 años, se dedicó 12 años a ser editor judicial y luego de muchos viajes se incorporó en el periodismo popular, fue parte de la proyección de Q’hubo en el año 2006 y actualmente labora como editor de Q’hubo.
Ganador de un premio Luis Enrique Figueroa en 1998.
Helman.villamizar@qhubo.com