El teatro es algo mágico y parte de ese hechizo escénico se da por la luz. Con ella, la iluminación, los reflejos y las sombras les dan tonos más trascendentales a las historias, a las danzas y a todos los actos artísticos que se efectúen sobre las tablas.
Pues bien, el Teatro Santander, que se encuentra en la actualidad en proceso de restauración, se encendió con un conjunto de dispositivos instalados para producir ciertos efectos luminosos, tanto prácticos como decorativos.
Una vista majestuosa de la fachada del mítico escenario se vio en la noche del pasado miércoles, tras una prueba que hizo la Fundación Teatro Santander para Vanguardia.com, a través de una especie de ‘time long’.
Fue un adelanto de las luces con las que contará este lugar que, según el arquitecto Antonio José Díaz, director de la Fundación, “responde al tipo de iluminación escénica que, como es apenas natural, acompaña a este tipo de escenarios”.
El diseño de las luces estuvo a cargo del arquitecto Juan Camilo Sanmiguel, especializado en este tipo de temas. Son luces tipo led y tendrán varios niveles, los cuales se harán más intensos dependiendo de la programación que tenga el teatro. Es decir, las luces harán parte de una singular composición que podrá cambiar tanto la percepción del espacio como la del tiempo, dependiendo de la agenda cultural.
La estructura del Teatro Santander hace parte de las edificaciones realizadas en el país entre los años 1903 y 1943. Es uno de los hitos arquitectónicos y además es referente cultural de la Bucaramanga de los años treinta. Hoy ‘renace de entre las cenizas’ y gracias a la moderna iluminación que se le adecuó, desde el pasado miércoles ya tiene un brillo distinto.
