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Bucaramanga
Domingo 01 de marzo de 2020 - 12:00 PM

Así se ofrecen cursos chimbos de alturas en Bucaramanga

Un periodista de Vanguardia hizo uno de estos cursos y tras solo cumplir cinco horas de entrenamiento le certificaron un curso avanzado de 40 horas. Esto a pesar de que no realizó el test de conocimiento y que tampoco aprendió ejercicios como armar una línea de vida, ponerse un arnés o subirse a un poste.

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Fotos de banco de imágenes / VANGUARDIA
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En el área metropolitana de Bucaramanga se están ofreciendo cursos ‘exprés’ de trabajo en alturas sin cumplir los requisitos que establecen la Ley y las regulaciones del Ministerio de Trabajo.

La Unidad Investigativa pudo comprobar que algunos sitios entregan certificados a personas que no asisten a las 40 horas obligatorias de entrenamiento e incluso a estudiantes que no realizan los ejercicios prácticos.

Además, se estarían presentando irregularidades como la presunta falsificación de actas de asistencia, evaluaciones de conocimiento, exámenes médicos y las mismas certificaciones.

En una empresa particular le aseguraron a un periodista encubierto de Vanguardia que aunque el curso ya había comenzado, le podían sacar el certificado en un fin de semana. El reportero sólo debía asistir a los últimos dos días de clase (de cuatro), firmar las actas de asistencia y ellos se encargaban del resto.

Estos hechos están siendo denunciados por Fernando Rojas, representante legal de Safety S.A.S. (uno de los 16 centros de entrenamiento en alturas del área), quien explicó que con esto se está poniendo en riesgo la vida de cientos de trabajadores de la ciudad, especialmente obreros de construcción, que estarían llegando a sus lugares de trabajo sin tener estos conocimientos básicos.

Las empresas empleadoras (las que los contratan) que sean sorprendidas incumpliendo la norma pueden recibir multas de 500 SMMLV (salarios mínimos mensuales), pues por Ley es su responsabilidad garantizar y pagar su capacitación.

En los casos en que hay muerte del trabajador, la sanción puede ser de 1.000 SMMLV ($878 millones).

Testigos que han realizado estos cursos ‘chimbos’ dicen sentirse estafados. “Yo terminé el curso y ni siquiera sé ponerme un arnés”, le dijo uno de ellos a Vanguardia.

Los cursos de alturas

Los cursos de alturas son un requisito legal para todo empleado en Colombia que realiza labores o se desplaza a una altura mayor de 1,50 metros. Se aplica principalmente a obreros de construcción y trabajadores del sector eléctrico.

Las capacitaciones incluyen entrenamiento de 40 horas sobre cómo subirse a un poste o una escalera, armar y usar andamios, adecuar y utilizar un arnés y una línea de vida, así como los protocolos de seguridad para evitar accidentes por caídas.

Según el Ministerio de Trabajo, 1’138.982 colombianos fueron capacitados en alturas en el segundo semestre de 2019, a través de 324 centros de entrenamiento.

En Bucaramanga y su área hay 58.672 personas entrenadas (5% de la población), pero no es claro cuántos de esos han sido ‘capacitados’ con estos cursos ‘piratas’.

Así opera curso ‘exprés’

“Yo le colaboro a que eso salga este fin de semana”. Esto es lo que le dijo un hombre a un periodista de Vanguardia cuando llamó el año pasado para preguntar por un curso avanzado de altura.

Estas capacitaciones pueden costar cerca de $200.000, de los cuales $50.000 son para el certificado médico. Este último es un requisito para empezar la formación, ya que avala que la persona es apta físicamente para estas actividades.

Para la capacitación, el reportero fue citado un domingo en un colegio de Bucaramanga. Allí llegaron unas 30 personas, entre los que había obreros, ayudantes y maestros de construcción, algunos de los cuales solo necesitaban un reentrenamiento (los que ya han hecho el curso deben renovar la certificación cada año).

Los asistentes recibieron inicialmente una charla donde les recalcaron que lo que estaban haciendo por ellos era “un favor”. El entrenador luego mencionó las medidas de seguridad y después se realizaron seis ejercicios sobre cómo subirse a un poste y a estructuras metálicas.

El instructor, cabe destacar, no estableció como obligación que todos los asistentes hicieran las actividades.

Según la Resolución 1178 de 2017, lo ideal es que haya un entrenador por ejercicio. Además, debe haber un máximo de 10 aprendices por instructor y en ejercicios de altura que se hacen simultáneamente, el máximo es 4 por entrenador. Esto por cuestiones de seguridad.

No obstante, en este caso solo hubo un instructor para las 30 personas. Y tareas como subir a alturas de ocho metros con sogas fueron hechas por varias personas simultáneamente, mientras el único profesor presente supervisaba todos los grupos.

Hacia el mediodía, cinco horas después, el periodista se fue del lugar. Si bien era evidente que no cumplía con los requisitos y que no era apto para trabajos en alturas, en los días siguientes lo llamaron para entregarle el certificado de 40 horas.

El reportero fue testigo de cómo a las personas que no realizan el curso completo les hacen firmar la asistencia correspondiente a cuatro días, un acta de inducción y un acta de matrícula y formación de trabajo en alturas.

Además, deben firmar una evaluación en blanco, que luego ‘alguien’ llena por ellos. Esta incluye preguntas para ver si los estudiantes son competentes y tienen el conocimiento para hacer esas actividades.

El certificado está firmado por el representante legal y una entrenadora (que no estuvo presente el día del curso). Además, el certificado médico tiene una fecha posterior al inicio de la capacitación, algo que va en contravía de la norma, pues el examen físico se debe hacer antes del curso.

“Si lo hace en otro lado, se le demora”

Vanguardia llamó a los 16 centros de entrenamiento avalados en el área para comprobar cuáles ofrecían estos cursos ‘piratas’.

El guión en todos los casos fue el mismo: una persona que aspira a un trabajo y le exigen ‘con urgencia’ tener el certificado de alturas. El reportero en ningún momento sugiere que le expidan el curso sin cumplir las 40 horas, sólo indica que necesita un certificado “lo más pronto posible”.

En nueve centros de entrenamiento expresaron que la única forma de obtener el certificado era realizando el curso completo de 40 horas y la demora en la expedición dependía del cumplimiento de este requisito. Ninguno de estos nueve sitios insinuó la posibilidad de expedir un certificado ‘exprés’.

De los otros siete centros de entrenamiento, en cinco le dijeron al periodista encubierto que le podían sacar el certificado entre el sábado y el domingo (en solo un fin de semana), pero que era necesario tener el certificado médico para iniciar. En algunos casos, invitaron al reportero a ir al lugar para ‘hablar personalmente del tema’.

En un sitio en particular, la empleada aseguró que tenían un ‘convenio’ con una IPS que les ‘colaboraba’ modificando la fecha de expedición del examen médico: “Allá nos hacen el favor de cambiarnos la fecha del examen para entregarle el certificado el domingo... si usted lo hace en otro lado (el examen) sale con fecha de mañana (sábado 18) y (el certificado) se le demora en salir un poquito más. Nos toca cambiar la fecha, así sale como si hubiese hecho el curso el 15, 16, 17 y 18 (enero)”.

Este centro, cabe destacar, es uno de los que más certificaciones ha entregado en Santander (unas 7.000).

Respuesta de Mintrabajo

Tras ser consultado por Vanguardia, el Ministerio de Trabajo aseguró que sí ha actuado de forma diligente frente a las denuncias hechas desde el año pasado y que prueba de ello es que ya ha sancionado a siete centros de entrenamiento en Bucaramanga por no cumplir con lo reglamentado.

Así mismo, se ha hecho una alianza con la Dijín para investigar los casos de quienes certifican en menos tiempo y el Ministerio realiza anualmente, sin previo aviso, una visita técnica a estos sitios, para verificar, seguir y vigilar si se cumple lo normalizado.

Para esto se realiza un trabajo conjunto con un inspector, dos funcionarios técnicos y las direcciones territoriales.

El año pasado se hicieron a nivel nacional 48 visitas y se suspendieron 19 oferentes de estos servicios.

Consecuencias y sanciones

• Un accidente en alturas le puede generar al trabajador secuelas físicas como limitaciones para movilizarse, paraplejia, cuadriplejia o la muerte.

• Además, si el trabajador fallece, puede haber una responsabilidad penal para el empleador, su gerente y los supervisores. Se pueden establecer tres clases de delito: homicidio culposo, doloso y preterintencional, con penas de 2 a 25 años en prisión.

• Además, las empresas deben responder por su responsabilidad administrativa. Si se comprueba que se incumplió la norma, puede haber una sanción de hasta 500 SMMLV. Si hay una víctima fatal, la sanción va desde 401 a 1.000 SMMLV (878 millones).

• Finalmente, los familiares de la víctima pueden adelantar acciones civiles que pueden llevar a una indemnización a los allegados.

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Publicado por Unidad Investigativa

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